¿Una Europa andaluza?

Hace pocos días advertía yo aquí que en estas elecciones íbamos a oír cosas muy curiosas. Pues ya hemos comenzado. Elena Valenciano sugiere que no debemos europeizar Andalucía sino al contrario: hacer que por ahí fuera se sientan como nosotros, es decir, siempre tocando la guitarra, tomando  vinillos en la tasca  de doce a dos, cantando flamenco, y sintiéndose felices con los amigos bajo el sol único del Sur. En definitiva, cultivando la imagen  de un folklorismo inagotable que poco o nada tiene que ver con la Ilustración y con la racionalidad creadora. 

No vamos a negar tampoco que tras la primera y segunda guerra mundial aquí vino la “generación perdida” buscando escenarios calientes que le hicieran olvidar los desastres  producidos por un  saber al servicio de la muerte. Todo esto lo cantaron también poetas que luego mataron si ninguna  piedad.  Pero tampoco, creo yo, que fuera nuestra norma de vida y nuestra salvación en este mundo imitar a Hemingway corriendo día y noche detrás de los toreros. Además, si ustedes recuerdan, la lucha por la autonomía se basaba más bien  en la transformación socioeconómica de la región antes que en otras entidades de tipo colorista.¿Qué intentamos  ahora? ¿Lograr que los europeos hagan un curso acelerado de  tipismo andaluz montando a caballo y bailando sevillanas? ¿Volver al franquismo, en suma? 

No, Elena, no; se trata de ser europeos que no es poco; de terminar con nuestros exiliados cruzando la frontera; de cultivar la educación como antesala  de la ciencia y la investigación; de poner a trabajar a un treinta por ciento de parados; de acortar la brecha entre ricos y pobres; de conseguir la igualdad de  sexos . Puede que ahora que tampoco van bien las cosas por ahí, surja otra vez el españolito de  boina y botijo queriendo de nuevo reivindicar lo que ellos llaman “lo nuestro”. Pero lo nuestro ¿qué es?¿Comparar a Hegel con el Filósofo Rancio? ¿Oir a Bach y luego alegar  que nos han copiado, como dijo aquel gitano?¿Mandar a nuestros políticos a  Bruselas para que pierdan el tiempo comprándose discos de Paquita Rico? Más responsabilidad, oiga, que pasa de  6.000 euros lo que cobra un diputado en Europa.