Algo debe de tener el paisaje del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar en primavera, cuando en el 2011, después de leer el último libro de Ramón Fernández Durán “La quiebra del capitalismo global: 2004-2030”, Esteban de Manuel -coportavoz de EQUO Andalucía- pasó de la indignación a la organización para reiniciar la democracia desde las instituciones. Transitó como activista del voto en blanco y de la abstención, como protesta, para implicarse de lleno en la Ecología Política dentro de EQUO.
Las elecciones, en tiempo de crisis, se convierten en la herramienta para el cambio, porque el papel de la Troika y de las políticas de recortes influyen en nuestras vidas de manera directa, por ejemplo, en el empleo, en el bienestar y en las pensiones. En el debate que se llevó a cabo entre los candidatos a la presidencia de la Comisión Europea, Ska Keller, candidata por los verdes, mencionó a España en Bruselas, situándola como caso de país donde, con un excedente presupuestario antes de la crisis bancaria, la población sufre las consecuencias de la deuda de los bancos, dice: “Acabaron pagando por ella los ciudadanos y el presupuesto del Estado. Tenemos que frenar la especulación, asegurarnos de que sean los bancos los que nos rescaten a los contribuyentes y no a la inversa”. España decidió pagar la deuda de los bancos y rescatarlos, perjudicando a los contribuyentes y a los presupuestos del Estado con una política austericida, insostenible ya para muchas familias, por los recortes sociales, en sanidad y educación: se rescatan bancos mientras se deja a familias sin casa. De cara al futuro se nos plantean dos grandes retos: el empleo y la crisis ecológica. Naciones Unidas ya nos ha advertido que, o damos un giro drástico a nivel institucional, tecnológico y social o el cambio climático nos afectará con fuerza. Debemos responder a la transición ecológica de la economía, para darle respuesta a los desafíos de justicia social y ambiental. Si apostamos por esta transición ecológica, crearemos empleo en los sectores verdes (rehabilitación de edificios, energías renovables, agricultura ecológica, tratamiento de residuos, gestión de movilidad, etc.). En la UE hay un total de 26 millones de desempleados y con los empleos llamados verdes darían trabajo a más de 20 millones de personas, según el informe del Partido Verde Europeo. A los que hay que añadir todos los empleos que se generarían en el terreno sanitario y social, siendo los que más futuro tienen por duración y porque mejoran la calidad de las personas.
Por eso desde EQUO, que forma parte del Partido Verde Europeo -cuarta fuerza en el Parlamento Europeo-, apostamos por más Europa y nos declaramos insumisos para pagar una deuda que no es de los ciudadanos, sino que ha sido contraída por los bancos: “No debemos, no pagamos”, dice Reyes Montiel candidata de EQUO al parlamento europeo. “Tendremos que pasar de la abstención, como protesta, al voto masivo en las urnas para cambiar las reglas del juego”, escribe Esteban de Manuel en su blog. EQUO formando parte de la coalición Primavera Europea, con más de once partidos, es un voto fresco, útil y alternativo. ¿Reiniciamos la Democracia?
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