Almería, ciudad de referencia

El Partido Popular lleva once años gobernando en el Ayuntamiento de Almería y en este tiempo hemos logrado posicionar a la ciudad como un referente de una gestión sin estridencias, abnegada y transformadora de la realidad que nos encontramos y que poco se parece a la Almería de hoy.

Nuestra ciudad tiene el ayuntamiento más solvente de todas las capitales andaluzas. Pero como lo mejor para ilustrar estas afirmaciones son los datos, ahí va uno muy llamativo: los almerienses debemos a los bancos 485 euros por habitante, somos los que menos debemos de toda Andalucía. El Ayuntamiento que nos sigue es Granada, que debe 911, casi el doble. Y los números de los demás son todavía más gráficos: el de Málaga 1.300, el de Cádiz 1.600 y el récord está en Jaén, donde los vecinos tienen una deuda de 2.553 euros por cabeza gracias a la herencia socialista.

Todos sabemos que un ayuntamiento con deudas acaba tirando siempre del bolsillo de los ciudadanos y que un ayuntamiento quebrado no da servicios, no recoge basuras, no limpia jardines, no limpia playas, no paga a proveedores, no paga a funcionarios, ni puede organizar actividades culturales o deportivas.

Continúo dando datos que apoyan mi exposición: en Almería tenemos la tasa de agua más barata de todas las capitales andaluzas y eso que la mitad del agua procede de una desaladora, lo que encarece tremendamente los costes. Lo mismo ocurre con el recibo de la basura, ya que la capital tiene el recibo más barato de todas las capitales de provincia andaluzas y también de toda la provincia.

Podría continuar aportando muchísimos datos, como que en el resto de tasas por servicios la media está muy por debajo de la del resto de capitales andaluzas (159 euros por habitante en Almería y en Cóbdar (PSOE), por ejemplo, 853 euros por habitante) y a pesar de ello tenemos servicios que en muchas ciudades de España sencillamente no existen, como, por ejemplo, autobús gratuito para mayores y personas con discapacidad.

En definitiva, datos y cifras que avalan la gestión municipal, algo en lo que han coincidido incluso dos ministros de distinta ideología, Cristóbal Montoro ahora y la que fuera ministra socialista Elena Salgado antes. Luego, como dice el sabio refranero español, algo tendrá el agua cuando la bendicen. Ya sé que la izquierda prefiere gastar a manos llenas, pero, qué quieren que les diga, yo ya he visto esa película y cuando alguien gasta más de lo que tiene otros pagan los platos rotos.