¿Lleva Susana en su corazón a los vecinos de Pescadería?

Como todos ustedes saben, un grupo de vecinos del barrio de Pescadería llevan cerca de dos semanas acampados –algunos de ellos en huelga de hambre- ante la cerrada Casa del Maren para protestar por el nuevo incumplimiento de la Junta de Andalucía con Almería, ya que en 2009 anunció que ese local sería acondicionado como Centro de Salud para ese barrio, en donde viven muchas familias con niños pequeños y personas mayores. Dos semanas de silencio administrativo en las que los vecinos han tenido que soportar, además del rigor de las privaciones, el descaro de los representantes de la Junta en Almería que se acercaron a ver de qué modo podían desactivar la protesta (los socialistas piensan que sólo ellos están legitimados para plantar pancartas) y se limitaron a decir que estaban a la espera de que Europa les enviase dinero para poder cumplir con el anuncio que hicieron hace ya casi cinco años. Resulta difícil de creer no ya la insensibilidad de estos dirigentes hacia unos almerienses comprometidos con su barrio, sino también la falta de vergüenza a la hora de intentar achacar a Bruselas lo que no hace Sevilla. Quiero recordar que fue la Junta de Andalucía la que prometió, en 2009, que la Casa del Mar pasaría a ser un Centro de Salud acondicionado y dimensionado para las necesidades del barrio de Pescadería. Por lo tanto, y cinco años de inactividad después, parece bastante miserable que desde la Junta de Andalucía se argumente que el Centro de Salud del Parque (evidentemente más pequeño e insuficientemente dotado) es la respuesta que el barrio de Pescadería necesita para garantizar la correcta atención sanitaria de sus vecinos. Los portavoces de la Junta en Almería mienten cuando dicen eso. Y lo saben. Lo malo es que no pueden decir otra cosa, porque la salvaguarda de los jefes en Sevilla está por encima del sentido común de no querer reconocer lo que es evidente. Por desgracia, este es el nivel y el modelo de los dirigentes que el PSOE e IU han colocado en Almería. Personas que atienden antes a los intereses de Sevilla que a los de Almería. 

El Estado de Bienestar se defiende con hechos, y no con demagogia. Con inversiones y no con titulares. El empleo, las prestaciones sociales y unos servicios públicos de calidad constituyen la mejor política contra la desigualdad. Pero estamos en Andalucía, comunidad gobernada por políticos que creen que la propaganda y las frases bonitas solucionan todos los problemas. Por cierto ¿llevará también Susana Díaz en su corazón a los almerienses que viven en el barrio de Pescadería?