El desinterés de la Junta por Almería

En muchas ocasiones hemos dicho que Sevilla está muy lejos de Almería, hecho que, siendo geográficamente cierto, no alcanza a definir con precisión el alcance de la distancia que separa las necesidades reales de los almerienses con el permanente desprecio que recibimos por parte de la Junta.

En ocasiones da la sensación de que Sevilla, y cuando digo Sevilla me refiero al entramado político y administrativo que el PSOE ha creado allí poniendo a la Junta de Andalucía al servicio de su partido, está no sólo lejos de Almería sino también muy lejos del planeta Tierra.

Y es que estos señores viven en su mundo y en su burbuja. Están a lo suyo y les da igual todo. Están instalados en un universo paralelo. Y como muestra un reciente botón: sólo desde el desprecio más evidente a la realidad puede venir ahora la Junta de Andalucía a anunciar que licita (cuatro años después de su presentación) las obras de la pretendida Escuela Pública de Golf de El Toyo, cuando a pocos metros de la ubicación de esa hipotética instalación los niños almerienses tienen que recibir clase en barracones prefabricados. 

¿En qué planeta es una prioridad el golf antes que la Educación? Pero es que hay más. Hoy día en Almería hay vecinos del barrio de Pescadería acampados en la puerta de la Casa del Mar pidiendo a la Junta que cumpla lo que les prometió en 2009, convertir ese edificio en Centro de Salud para el barrio. 

Vecinos que llevan cinco años a la espera de un lugar para poder ser atendidos dignamente y que no reciben respuesta por parte de la Junta. ¿En qué cabeza cabe que enseñar a jugar al golf pueda estar antes que las infraestructuras de Salud? 

Y eso por no hablar de los retrasos que la Junta acumula en el bochornoso abandono de la Plaza Vieja y la Casa Consistorial, de los cierres de camas este verano en Torrecárdenas, del abandonado proyecto del Materno-Infantil, de la renuncia a la Facultad de Medicina o de tantas otras cosas en las que la Junta ha fallado a los almerienses. Y es que con estas actitudes no sólo demuestran lo lejos que están de Almería y de los almerienses, sino que exhiben su más absoluta falta de interés por cualquier cosa que tenga que ver con Almería. Lo peor es que les da igual que se les note.