Esta semana más de 80.000 me gustan en el facebook y 5.000 tuits han declarado, al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, tercera “Maravilla Natural” de España, por votación popular en una iniciativa de una empresa aseguradora. No es el único galardón popular que recibe la joya de la corona del turismo de la provincia, destaca entre ellos el otorgado por las Naciones Unidas como Reserva de la Biosfera, ¿y esto para qué vale? nos podremos preguntar los almerienses. “Típica” cuestión que nos hacemos los autóctonos -según me cuentan los foráneos- cuándo queremos saber el rendimiento económico que podemos sacarle a nuestros páramos.
En la misma semana, con tan sólo unas horas de diferencia y en el mismo lugar, en el Parque Cabo de Gata-Níjar, el Tribunal Superior de Justicia Andaluz, con una sentencia inaudita y torticera, dictamina que la licencia para el Hotel Algarrobico, construido en plena puerta del Parque Natural, es legal. Sentencia que de forma insólita, va en contra de numerosas sentencias firmes del Tribunal Supremo, legaliza la ocupación ilegal de suelo protegido y público del Parque. El entramado judicial es digno de estudio en las Universidades de Derecho, y se ha convertido en el emblema internacional de la especulación salvaje del urbanismo del país. Sus dieciséis hectáreas están construidas íntegramente en el Parque. Sus especiales características botánicas, faunísticas, geológicas y paisajísticas llevaron a la Junta de Andalucía a incluirlo como RENPA (Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía), a la Unión Europea en la Red Natura 2000 (red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad), etc. El hotel ocupa la servidumbre de protección de cien metros del deslinde promulgado por la ley de Costas de 1988. El TSJA ha estimado que cincuenta metros es la zona de protección y la Junta de Andalucía ni alega que es un espacio protegido, ni ha inscrito estos terrenos de todos los andaluces a su nombre: ¿a qué espera? ¿Por qué no han desmentido el presunto error de planimetría? ¿Por qué siguen ensuciando los procesos judiciales? ¿Por qué dicen que la construcción del Hotel del Algarrobico no se debía de haber permitido y no actúan? El buen hacer por las políticas de protección y conservación de espacios naturales y la consolidación del turismo sostenible en la provincia son una fantasías animadas de los gestores que dejan cabotear a sus anchas a los filibusteros del s.XXI. El Parque, en general, y el municipio de Carboneras, en particular, son privilegiados dentro del Mediterráneo, con playas paradisiacas e importantes recursos biológicos y etnográficos, que encima abundan en el litoral. Basta de seguir fomentando y alimentando las esperanzas laborales en el turismo de hoteles con el “Todo Incluido”, porque no hace otra cosa que condenar a nuestros emprendedores locales y a fomentar el empleo de mano de obra barata y estacional. En la provincia, los empresarios del poniente de la hostelería y el comercio, van a empezar a manifestarse con diferentes acciones contra este tipo de turismo que los está llevando a la ruina. El “Todo Incluido” es una sentencia de muerte para la economía local. Urge que la Junta de Andalucía demuestre qué tipo de turismo quiere para la costa y los parques naturales de Almería. Si quisiera, puede proceder a su derribo de forma inmediata. ¿Por qué no lo hace?
Mientras que el tema parece que no va con ella, en los procesos judiciales y administrativos, ya hemos empezado los trámites para llevarlo al Parlamento Europeo. No podemos hipotecar nuestras vidas ni las vidas de generaciones venideras por lo que exigimos que se tire de la madeja y se deje al descubierto todo el entramado putrefacto.
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