Todo el mundo quiere ahora la firma de los ciudadanos

De pronto el hombre de la calle, el silencioso hombre de la calle se ha vuelto importante para las organizaciones de los empresarios y los partidos políticos. Los sindicatos todavía no nos han pedido la rúbrica, pero no les extrañe que lo hagan un día de estos. Los Cano deben pensar que no es cuestión de que ellos solos se suban al tren de la reivindicación, no sea que descarrile y se lleven ellos solos el tortazo. Mejor llenamos el tren de ciudadanos y tocaremos a menos si el choque con los políticos se produce, que se va a producir. ¿Quién se puede creer ahora que Mariano Rajoy va a venir en AVE a Almería en el 2018? Ni los propios peperos sueñan con ello. Ya veremos si invierten los cien millones de este año. Y si lo hacen, ¿qué habremos conseguido? El AVE se puede atrancar en la próxima estación y tenernos entretenidos, que en eso los políticos, de uno u otro partido son unos auténticos especialistas. Unos hachas. Tras la reunión del Cervantes, ¿qué tardaron en salir los del PP a decirnos que Rajoy también nos quiere (como Susana), que piensa en nosotros, que Gabriel Amat cada vez que se reúne con él sólo oye palabras de aliento por parte del gallego presidente? Hasta el PP firmó junto al PSOE e IU una moción exigiendo el AVE ya. En eso han sido listos los chicos de Mariano. ¿Qué toca ahora, hundir el puñal en nuestras carnes? Empujen un poquito sin que salga mucha sangre. El PP ha desactivado en parte la bomba de los empresarios y tras unirse a la oposición en la exigencia a Madrid del AVE, controla, también, siempre en  parte, las críticas de la oposición. Por una vez hay que decir que los peperos han andado listos y no se han desangrado demasiado con los cerrados túneles del AVE.Entiendo que es por ello por lo que los empresarios a unir su firma, como si arcabuces fueran, en contra de una política que viene marginando a nuestra provincia desde hace muchos años, demasiados, diría un zapillero  bañándose  en el agua calentica. ¿Vamos a firmar todos? Pues claro que vamos a firmar, para una vez que nos necesitan, o que nos hacen sentirnos importantes, firmamos lo que nos pidan. De todas formas, sean precavidos al firmar, más vale que lean la letra pequeña, no sea que lleve aparejada alguna “preferente” y nos tengamos que arrepentir en el futuro.