La ministra de Fomento nos ha llamado a los almerienses lloricas, al menos a una buena parte de los ciudadanos que viven en esta provincia, al ser cuestionada en el Senado por las previsiones de gasto que maneja el Gobierno para la Alta Velocidad en Almería.
Ana Pastor, que viene incumpliendo sistemáticamente los Presupuestos con nuestra tierra, recriminó que se caiga "en mucho llanto y mucho lloro’ ahora y que los almerienses nos lamentemos de que el Partido Popular nos trate con la punta del pie.
Ingenio La ministra, después de reponerse a su momento de ingenio, anunció la buena nueva: la licitación en el último trimestre del año del tramo de AVE entre Pulpí y Cuevas para hacer pasar por compromiso lo que en realidad son tres años a dos velas. ‘Compromiso’, esa ha sido la palabra más repetida en estos días para ver si el engaño cuela y el olvido hace el resto.
Sin embargo, una mínima reflexión de lo sucedido no aguanta semejante desparrame dialéctico: No hubo obras durante 2013 en el Ave de Almería, tampoco las hay en este año y, como quien no quiere la cosa, se han esfumado los casi 200 millones de euros que nos correspondían en los Presupuestos Generales del Estado. De seguir esto así deberían fusionarse desde ya los PGE con el departamento de Loterías y Apuestas a ver si de esa manera nos toca algo.
Los lloricas, entre tanto, nos tenemos que conformar con que el Gobierno anuncie que licitará antes de que acabe el año – lo mismo lo dejan para el 31 de diciembre- un tramo en mitad del campo como los que criticaba el animador de todas las fiestas, Rafael Hernando.
De hecho, la ministra dijo en esa misma sesión de llorera que los anteriores responsables – ay, la herencia, qué coisa mais linda- ‘en todos lados abrían obras pero los tramos no se comunicaban’. Y este que anuncia ¿con qué comunica? Pues eso, que estoy de acuerdo ministra, nos deja usted mucho llanto y mucho lloro por aquí.
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