Los vecinos del barrio ya se han dado cuenta: desde la Plaza Carabineros se ve el mar. Las obras que ha puesto en marcha hace unos días el Ayuntamiento derribando el muro que tapaba ese espacio están permitiendo descubrir una nueva perspectiva de esa zona Zapillo, aportando más claridad y más espacios libres con el mar de fondo. Almería, al igual que la práctica totalidad de ciudades costeras españolas, sufre los efectos de una política urbanística manifiestamente mejorable puesta en marcha a mediados y finales del siglo pasado que en muchas ocasiones ha supuesto el efecto de apantallamiento constructivo frente al mar. El litoral, entendido como uno de los mejores recursos urbanos de las ciudades costeras es de este modo difícilmente recuperable para la ciudadanía, por lo que los ayuntamientos han de aprovechar todas las ocasiones a su alcance para favorecer el contacto de los habitantes de las ciudades con su mar. En este sentido, las obras de urbanización sobre este espacio se han podido iniciar una vez el Ayuntamiento ha abonado a la Junta de Andalucía los 496.903,21 euros con los que se ha valorado ese suelo, resolviendo con ello el expediente de expropiación iniciado por el Consistorio tras negarse el Gobierno andaluz a propiciar una cesión de esos terrenos. Al Ayuntamiento intentó en todo momento alcanzar un acuerdo con la Junta de Andalucía, entendiendo que la administración autonómica se mostraría receptiva a esta intención positiva para todos los almerienses y como justa correspondencia de la política de colaboración y cesión gratuita de espacios que el Ayuntamiento mantiene con la Junta. Pero no pudo ser. La actuación proyectada sobre el solar, de 547 metros cuadrados de superficie, y que seguirá a las labores de demolición del muro perimetral que delimitaba el terreno, salva el desnivel existente con la zona aledaña a través de varios elementos como son una rampa peatonal de 2,5 metros de ancho, una escalera de acceso a los dos niveles y un nuevo espacio verde integrado, entre otros elementos que de forma paralela continuarán a la alineación de la carretera existente. Las obras de urbanización se completan con alumbrado público, jardinería sobre los tres taludes resultantes que salvan el desnivel existente entre la plaza y la avenida Cabo de Gata, red de riego y mobiliario urbano. En definitiva, un muro menos y un nuevo espacio de disfrute y convivencia para los almerienses, que permitirá a muchos descubrir el mar en un lugar desde el que nunca antes se había podido hacerlo. Nuevos pasos para seguir haciendo de Almería una ciudad abierta, luminosa y que cada vez gusta a más gente. Como me gusta decir en estos casos, menos muros y más Almería.
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