Es bien sabido que la presentación de los presupuestos de las diferentes administraciones plantea cada año el escenario repetitivo del aplauso y la crítica según las distintas ópticas políticas. Sin embargo, respecto de los presupuestos de la Junta recientemente mostrados en Almería sí que hay un hecho indiscutible: un año más el gobierno bipartido PSOE-IU no ha tenido el valor de presentarlos provincializados para que así los almerienses sepamos con detalle qué es lo que los socialistas y comunistas tienen previsto gastar en nuestra provincia. Pero a pesar de atribuirse por decreto todas las propiedades físicas y éticas de la transparencia y la claridad, han vuelto a hacer un deliberado y confuso ejercicio de ocultación del que solamente han dejado claro un mensaje: la culpa de la escasez presupuestaria es del Gobierno Central.
Es decir, que la culpa de que el hospital materno-infantil de Almería tenga, a diferencia de los centros abiertos por la Junta en Marruecos, nada más que una piedra y un cartel, es de Mariano Rajoy. Hace falta tener muy bajo concepto de la inteligencia de los almerienses para venir a decirnos majaderías de ese calibre.
Inversiones Yo debo recordar que Andalucía es la comunidad autónoma que más inversión real del Estado recibe, con un total de 1.958,16 millones de euros, lo que equivale al 17,4% del total regionalizable, (11.267,99 millones de euros). Sólo en inversiones reales recibimos ya el 17,4% del total regionalizado a lo que hay sumar otras inversiones que no se regionalizan pero que sí llegan a Andalucía. Es decir, la inversión en 2015 crece un 15,3% respecto a los 1.697,74 millones de euros que le correspondieron en 2014, unos 260 millones de euros más, como fruto de la apuesta del Gobierno por Andalucía. Eso es una realidad contable frente el ejercicio de trile que nos hizo hace unos días el consejero enviado por Susana Díaz a los almerienses, ocultándonos la bolita del presupuesto real para Almería en la cáscara de la culpa de Rajoy.
Ese truco es ya muy viejo y nos lo sabemos de memoria. Y también sabemos que la verdadera razón por la cual los presupuestos no tienen cifras para Almería y que se siguen anunciando obras que deberían estar terminadas hace muchos años es que la Junta está arruinada por el saqueo sistemático, por los derroches, por el descontrol del dinero público, por el pago de precios políticos a los grupos de izquierda radical y por el costosísimo mantenimiento de una administración paralela que cobija a familiares, compañeros y amigos de PSOE e IU.
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