Pobre y vacío de contenido el de Felipe, por las nubes de colores el de Rajoy, algo blandengue el de Luis Ro. Llegó el señor obispo y recordó algo tan elemental como que si no se gobierna desde los valores, la amplia y variada corrupción se hace dueña de los gobiernos y sus decisiones. ¿Qué es lo que ha ocurrido en estos últimos treinta años en nuestro país y en nuestra tierra? Que los dirigentes-políticos irigentes-políticos han perdido cualquier valor como seres humano y así nos ha ido a los ciudadanos. Y estarán con uno en que se han pisoteado todos y cada uno de los valores estimables. No entro en los llamados valores cristianos, que también, pero ¿dónde ha quedado la honestidad y la honradez ante el resto de los seres humanos, ante sus necesidades económicas vitales? Hombres de misa semanal y de comunión diaria si hacía falta, han terminado robando el dinero de sus conciudadanos con total alevosía. Políticos que han firmado eres y cursos a sabiendas de que estaban robando el dinero de los ciudadanos. Sobres blancos con dinero en negro que viajaban alegremente entre las mesas y los despachos de políticos. Comisiones de un tres o un cinco por ciento de las obras adjudicadas que iban a parar a los bolsillos del político corrupto.Políticos con uno, dos y hasta tres puestos de trabajo. Mujeres, hijos, sobrinos, primos o cuñaos de políticos con un cargo a dedo en la administración que gobiernan. Más vacaciones en los parlamentos que los maestros, a los que han superado en todo. Viajes gratis, tarjetas sin justificar, parte del sueldo sin pasar por hacienda. En definitiva: Falta de valores. Y esa falta que valores que demuestran nuestros políticos-dirigentes les lleva a crear leyes embudos, en la que la parte ancha siempre es para los mismos, ¿a que no saben para quién? Evidente, para ellos, los políticos y sus allegados.
Por eso tenía razón el señor obispo cuando decía que es la falta de valores en la clase política la que nos ha llevado a esta situación de descrédito que está viviendo la sociedad en general. Pero ellos se mueven bien en el lodazal, son los amos del navajazo y del insulto. De ahí su intento de que se pierdan todos los valores, cuantos menos queden mejor. Cuanto menos honrada y honesta sea la sociedad menos les va a exigir y eso es lo que buscan.
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