Cuando tienes que cuidar de un hijo, que aprende al descubrir con experiencia e imitación, te planteas qué límites marcarle para cuidar su seguridad; y es que te invade la duda de si estarás limitándole demasiado, si lo guías en exceso, si le harás más débil construyendo esa urna imaginaria, pero tan real como una de cristal, en la que parece que tenemos a la mayoría de nuestros pequeños, inundados por el proteccionismo, el miedo y la ignorancia en ocasiones, además de las malas experiencias vividas, mezclado con una ciudad diseñada de espaldas a los niños.
Debemos tener cuidado en las sociedades democráticas con el hecho de ser tentados por esta sobreprotección de nuestro papá Estado que nos trata como niños. Nos enfrentamos en estos días nuevamente al terror por la cercanía del atentado perpetrado al ´Charlie Hebdo´, mientras el miedo adormecido de occidente no quería mirar a tantas víctimas yihadistas de otros lugares, entonces no gritábamos ¨Je suis ...¨, aunque nunca es tarde.
Muchos gobiernos amenazados hoy debieron hacer mucho más para prevenir, no el ataque, sino la ira; y hay quien ha hecho propia la frase de Groucho Marx ¨Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.¨, así nos encontramos a Rajoy aprobando la Ley Mordaza que atenta contra la libertad de manifestación, sin embargo se apresura a decir que no nos van a poder quitar ¨nuestros derechos y nuestras libertades.¨, claro, si ya se ha encargado él de despojarnos de todo ello. Me viene a la memoria el Capitán Louis Renault de Casa Blanca diciéndole a Rick ¨Creo que bajo su apariencia de hombre cínico, es usted un sentimental.¨, a lo que Rajoy contestaría como Lincoln ¨Si tuviera dos caras, ¿estaría usando ésta?
Pero todo es bueno para intentar seguir su Yihad particular en pos de la merma de libertades, y busca un pacto antiterrorista con el PSOE para seguir avanzando, así que cuidado con los términos de ese pacto, que aún hoy nos estamos arrepintiendo del último firmado.
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