Novedades en la Escuela del Mármol

En esta Andalucía tan conmemorada y conmemorativa, patria del progreso, el desarrollo y esa igualdad que cantan los poetas andaluces de ahora, la Escuela del Mármol de Fines viene a ser como un pequeño quiste de realidad sucia que rompe la métrica del cántico general. Catorce meses sin cobrar llevan los profesores y alumnos, encerrados con saco de dormir, pancarta y vela para alumbrarse en el corte de luz por impago que tiene el centro. Durante esta campaña, los candidatos socialistas discurren por Almería haciendo promesas y congratulándose por vivir en este oasis de desarrollo transversal, sostenible y palabrero, pero evitan acercarse por Fines, no sea que algún insurrecto les descalabre con una pedrada de pragmatismo. La propia presidenta de la Cosa, doña Susana I, se despachó al respecto en su reciente visita a Almería anunciando que ya no habría más problema con esa escuela porque se había decretado su paso a otro tipo de situación administrativa, lo cual viene a ser como pretender que el prospecto de la aspirina nos libre del malestar cuando ya no quedan aspirinas. Y mientras tanto, las familias del personal de la escuela viven a diario el sinsueldismo al que te arrojan unos desaprensivos que, tal como se ha comprobado, no pagan las nóminas pero sí las fiestas de aniversario de la escuela. Sin embargo, es justo destacar dos novedades significativas en todo este proceso. La primera es que el secretario general del PSOE almeriense, José Luis Sánchez Teruel, no ha tenido mejor modo de desollarse las rodillas que decir que la culpa de los impagos (catorce meses) la tiene la propia escuela por haber cometido irregularidades administrativas. Tal cual. Dejo a la consideración del lector el juicio que semejante aportación merece. Y finalmente otra novedad: venimos insistiendo en que son catorce meses sin cobrar las nóminas, pero debemos rectificar el dato. Hoy se cumplen quince meses de impagos. Enhorabuena a los premiados.