Así no hay manera

La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas ( CIS) ofrece, entre otras novedades, el triunfo de Pedro Sánchez sobre Rajoy, según el 21% de las personas consultadas. Algunos sectores, afines a la derecha, han tratado de quitarle importancia a este dato. Dicen que solo es por la mínima, como si hubiera que menospreciar el triunfo de un novato sobre un encanecido político, presidente del Gobierno, que anda en estos jolgorios desde que tenía veinte años. También llama la atención, siguiendo con la encuesta, que el discurso de otro novato de IU, Alberto Garzón, fuera, a pesar de su dureza, el que más convenció a los encuestados. Esto quiere decir que la España de los recortes, de la precariedad laboral, de los desahucios y de los amenazados de hepatitis C están interesados por lo que dice la izquierda. Ahora bien, ¿por qué la izquierda no se une en un frente común y se deja de matices académicos frente al capitalismo financiero, padre de la crisis? Esta tardanza estratégica solo puede beneficiar al PP, como ha explicado Ignacio Sotelo. Ya podemos calentarnos los cascos investigando sobre Gürtel o sobre la presunta caja B de Génova, 4, si no se unen en las elecciones todos los partidos del descontento, no hay nada que hacer. Valiente panorama para un año de cinco elecciones. El PSOE no pactará con Podemos. Podemos se cree él solito la oposición y, por tanto, ataca por igual al bipartidismo. IU quisiera una coalición con los demás grupos pero no le dejan. En este plan se queda en pólvora mojada el argumento principal de la izquierda frente a la derecha. Algún teórico iluminado defiende que estos conceptos son antiguos y que ya no sirven. Prefiere llamarlos “casta” o “arriba y abajo” o vaya usted a saber. ¡Cómo tiene que estar divirtiéndose el capital hablando de mágicas recuperaciones, salarios bajos, despidos libres y bancos saneados con dinero público! Dice Ignacio Sotelo que Podemos “se ha tragado a la izquierda tradicional” y en esta impresentable ingesta, el PP está contentísimo porque así el partido de Rajoy aparece como el único del sistema que promete tres millones de empleos. Ya tienen vía libre los hombres de negro. Vendrán sin tardar, comprobarán que vamos bien respecto a la inmensa deuda, y se despedirán diciendo que hay que meter mucho más hondo el remo de los recortes. Así da lo mismo que la izquierda gane el Estado de la Nación mientras la Villalobos juega beatíficamente al parchís.