La calle Eduardo Pérez no es un a calle cualquiera de Almería. Parte de la Plaza de la Catedral y desemboca en la Calle Real, era una calle como todas las de nuestra ciudad en aquellos años, de viviendas de una sola planta, debe su nombre a quien vivió y murió en esta calle, Eduardo Pérez Ibañez, médico toco-ginecólogo, alcalde de la ciudad, decano del Hospital Provincial y como especialista, fue el que realizó la primera cesárea en nuestra ciudad.
En esta calle nacieron y vivieron los Pérez de Perceval, (Jesús, el célebre pintor indaliano, creador de este movimiento pictórico, José María, militar y Miguel, sacerdote. Este último fue ordenado en el Santuario de la Virgen del Mar. Fue párroco de las Cuevas de los Medinas, y capellán de la Prisión Provincial.
Mis abuelos vivían en esta misma calle, y eran grandes amigos de ellos. Cuando ordenaron sacerdote a D. Miguel, fue invitada mi abuela. Recuerdo cómo ese día me tocó a mí acompañarla a esta ceremonia, algo pesada para una niña, pero como criada entre viudas, nos tocaba acompañarlas en sus salidas y este día me tocó a mí ir con ella. Se me quedaron gravadas las palabras del señor obispo cuando, dirigiéndose a la madre de los Perez de Perceval, le dijo: “Tienes un hijo que ha defendido a España con la espada, (José María el militar), otro que está restaurando y pintando todos los retablos de las iglesias destruidos en la Guerra Civil, (Jesús), y ahora tienes este que la va a defender con la fe. Dándole a continuación la enhorabuena. Fueron unas hermosas palabras, que a pesar del tiempo transcurrido no he podido olvidar.
Un día me encontré a Jesús en la calle y me dijo: “ María, te propongo para las uvas de oro y no hay forma de que se apruebe el concedértelas”. Yo le contesté: “No me propongas más o consigue me las den…”. No me propuso pero a los dos años se las dieron a mi hermano Andrés, indudablemente con muchos mas méritos y valía que yo…
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/85757/en-el-centenario-de-jesus-de-perceval