Cuarenta y cinco revoluciones por minuto

Jose Fernández
23:06 • 20 oct. 2015

En época preelectoral al PSOE le pasa como a los conciertos de Fórmula V, que no terminan sin que suenen “La fiesta de Blas” y “Eva María”. Da igual que los seguidores sepan ya que en el famoso guateque todo el mundo salía con unas cuantas copas de más o que la señorita del biquini de rayas se fue a la playa con su maleta de piel. Lo que convierte a una canción en un gran éxito es su capacidad de sonar siempre con la misma frescura que la primera vez. Por eso cuando llegan las semanas previas a las elecciones al PSOE le da por tirar de repertorio superventas y buscar la complicidad de su público más nostálgico con los temas de toda la vida: Franco ese hombre; los curas del concordato; los abortos en Londres; las bases yanquis y toda su colección de melodías a cuarenta y cinco revoluciones por minuto. El último en salir en este festival de nostalgias animadas ha sido Pedro Sánchez, que ha vuelto a destapar el tarro de las esencias anunciando que, en caso de ganar las elecciones el 20 de diciembre, “expulsará definitivamente” la asignatura de Religión de los colegios públicos, ya sean concertados o privados. Es decir, la misma canción que cantaron Felipe González, Zapatero, Rubalcaba y tantos otros socialistas, pero ahora en una escala más alta. Pero lo malo que tiene forzar la voz es que se acaba desafinando. Y así, además de recordarle lo aburrido que es escuchar siempre lo mismo, habrá quien haga cuentas y le presente una partitura con los ahorros y servicios que la denostada Iglesia Católica presta a la sociedad en colegios, hospitales, albergues y comedores sociales dentro y fuera de nuestras fronteras. Y también habrá quien pregunte al líder si va a ser coherente cuatro días después de las elecciones y si tiene planes de suprimir también algo tan evidentemente religioso como las vacaciones de Navidad. Ya ven que la diferencia entre concierto y desconcierto es mínima.







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