Divide Et Impera

Antonio Jesús García
23:31 • 11 nov. 2015

Numerosos son los casos, en marketing, en los que una no adecuada diversificación del producto ha conducido al más estrepitoso fracaso. El algoritmo divide y vencerás hace referencia a resolver un problema, dividiéndolo en tantas partes como sea necesario hasta que su resolución se torne obvia. En política se trata de una estrategia destinada a obtener el poder dividiendo a tu adversario, impidiendo que este se una en pos de un objetivo común.

Este año las cenas de Nochebuena y las comidas de Navidad prometen. Soportar al pesado de tu cuñado y al impertinente de tu suegro, hartos de Moriles, comentando los resultados de las Elecciones Generales del 20 de diciembre va a ser para nota. A más de uno se le van atragantar los polvorones.

Un aspecto que llama la atención, antes de depositar el voto en las urnas, es asistir, una vez más, a la incesante fragmentación de la izquierda. Mal endémico arrastrado in illo tempore. Partiendo inicialmente de una supuesta crítica constructiva que toda escisión dice defender, los egos e intransigencias terminan por debilitar, en vez de sumar, a la causa.

En ‘La Cizaña’, álbum número 15 de la colección de Astérix el Galo, conscientes de la unidad existente entre los habitantes de la aldea gala, César propone que alguien siembre cizaña entre ellos y debilite la unidad que les hace ser fuertes. Poco parece haber sacado en claro la izquierda española del genial comic creado por Goscinny y Uderzo. Si parece haberlo hecho el bando contrario, mucho más hegemónico, donde los leves matices no le distraen de su ideario común, y para cuya labor de zapa cuenta con medios afines encargados de sembrar la discordia.

PSOE, IU, Podemos, Ahora en común, etc. Como si de un adelanto de la primavera se tratase, los nombres y partidos de izquierdas parecen reproducirse por esporas, creando un claro desconcierto en el posible votante ante la proliferación de nuevas siglas.

Mientras el partido socialista anda a por uvas, Unidad Popular es el ultimo intento de refundación de la izquierda. Su pretendida reminiscencia a la coalición Frente Popular del año 36 no deja de evidenciar un imaginario obsoleto. El nombre con el que Ahora en Común e IU concurren a las elecciones recuerda un sketch del programa humorístico Vaya Semanita, cuando la izquierda abertzale se veía obligada a cambiar de nombre con frecuencia. Los supuestos integrantes de la coalición llegaban a la conclusión, tras numerosas deliberaciones y barajar diferentes nuevos nombres, que la denominación ideal para la formación era Partido Popular. Si nos descuidamos…







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