Gracia Fernández se ha convertido en la voz de Susana Díaz en Almería

Juan Torrijos
01:00 • 13 nov. 2015

Hasta ahora la trayectoria política de la nueva delegada jefa de la Junta en Almería, Gracia Fernández, ha estado marcada por la moderación y los buenos modos. No le hemos escuchado denuncias gruesas contra ningún rival político, ni descalificaciones graves contra los que no están de acuerdo con su forma de pensar. Podríamos añadir que la señora Fernández ha pasado casi desapercibida por ese mundo agrio y desconsiderado en el que han convertido algunos de sus colegas de uno y otro frente la política almeriense, andaluza y española. Sus declaraciones y ruedas de prensa han estado siempre marcadas por un tono bajo en su voz. Tan es así, que no nos ha dado muchas posibilidades, por no decir ninguna, de contar lindezas, como han hecho otros de sus correligionarios, ante ciertas salidas de tono o de pata de banco. Gracia ha sido hasta ahora una política seria y callada. Ha preferido el trabajo al ditirambo político, ese que tanto gusta a otros y que nos aporta mucho juego a los que nos dedicamos a darle a las teclas del ordenador. ¿Con doña Gracia Fernández llega un nuevo tiempo a la política que Andalucía hace en Almería? Ojalá . No es de recibo que entre las personas que tienen que hacer la vida más amable a los ciudadanos se dediquen a insultarse y pelearse como vulgares “rateros” de la palabra, la verdad y la democracia. Espero y deseo que no cambie su forma de ver y hacer política doña Gracia, aunque ello nos lleve a no tener la oportunidad de escribir sobre usted, y si lo hacemos que sea para alabar los nuevos acordes que suenan en el antiguo casino de Almería. Dice el refrán que los cargos nos enseñan la verdadera cara de las personas. Mantengo la esperanza de que no me he equivocado durante estos años al creer que la señora Fernández mantenía un discurso distinto en el tono, no en el fondo, al resto de sus compañeros, pero entiendo que ser la delegada jefa de la Junta, nada más y nada menos que la voz de Susana en Almería, puede exigirle algún cambio en sus futuros discursos y en su tono. Que no se le vea demasiado esa mutación. Enhorabuena por el cargo estrenado. Es muy importante, demasiado importante para Almería y sus ciudadanos, y lo único que piden es que siga ejerciendo la moderación de que ha hecho gala hasta hoy. Todos saldremos ganando.







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