...Y el calabacín sobrepasó los cuatro euros

El 18 de enero de 2017 ha tenido, como viene sucediendo desde hace un par de meses, unas cotizaciones altas en varios productos de las pizarras de la provincia de Almería. Especialmente, en lo que respecta al calabacín y la berenjena.

A pesar de la tendencia alcista experimentada desde prácticamente el inicio de campaña, se ha marcado un hito en el registro histórico del calabacín almeriense: una gran parte de las subastas han registrado precios superiores a cuatro euros por kilo en la variedad de calabacín fino durante los primeros cortes.

La barrera de los cuatro euros ya se había roto en días anteriores, pero no con el alcance del 18 de enero. Agroponiente, Alhóndiga La Unión y Costa de Almería lo hicieron el 13 de enero; Agrupaadra superó los cuatro euros por kilogramo comercializado el 14 de enero; y Agrupaejido lo hizo el 17 de enero. Sin embargo, en todas ellas el calabacín ha puntuado por encima de la cifra mencionada hoy. Un evento que simboliza la consolidación de estos números en el mes de enero, algo inaudito hasta la fecha.

Los precios más altos se han dado en Agroponiente (4,19€/Kg), donde el calabacín fino ha estado por encima de cuatro euros durante los primeros cuatro cortes y Alhóndiga La Unión (4,17€/Kg), en el que este mismo producto no ha bajado de cuatro euros hasta, nada más y nada menos, el sexto corte.

Estas cifras atípicas, sin embargo, no guardan tanto misterio para los profesionales dentro del sector, donde generalmente se analizan las dinámicas de los precios desde el trabajo diario interno. En este sentido, el gerente de Vicasol, José Manuel Fernández Archilla, declaró en la presentación del balance del sector hecho por la consultora AMB que la 'varita mágica' detrás de este fenómeno es el "funcionamiento de la oferta y la demanda", y que estos precios responden a "productos residuales en momentos concretos".

"La producción este año está siendo entre un 10-15% menor que el año pasado", estimaba el gerente de Vicasol a pesar del incremento en superficie cultivada. Estas cifras facilitan una explicación de por qué hay producto como calabacín o berenjena pagándose a niveles históricos. En esta línea, cabe recordar que en ciertos medios internacionales la palabra "escasez" ya se usa para explicar el porqué de la falta de calabacín en los lineales de algunos supermercados.

"Las empresas mejor situadas tienen menos dificultades, mientras que para algunas empresas cuya posición sea más delicada la situación será más difícil", reconoció José Manuel Fernández Archilla.