Convencidos de que con tecnología se puede mejorar, crecer en rendimientos y seguir siendo sostenibles, tanto económicamente como medioambientalmente. Paqui Ferrer y su marido, Juan Manuel Lamas, han llevado a cabo en su finca ubicada en el paraje El Nazareno en Níjar, donde cultivan tomate ramo, un ensayo con sondas y sensores con resultados muy positivos.
“Comenzamos en 2003 con un invernadero de arco con la idea de ir añadiendo diferentes mejoras. Siempre estamos muy pendientes de las novedades que van saliendo para ver la posibilidad de aplicarlas. Cultivamos en suelo y, claro, no sabemos realmente lo que hay, tenemos que coger muestras, llevarlas a analizar pero ese proceso se lleva su tiempo”, explica Paqui Ferrer.
Esta última campaña y media de la anterior, incorporaron en su finca sensores, a través de un proyecto con Hispatec y la cooperativa Parquenat de la que son socios. A través de ese conjunto de dispositivos cuentan con información en cada momento de las necesidades que tienen sus cultivos. Además, han aprendido a interpretar toda esa información con el asesoramiento de un técnico para poder tomar las decisiones adecuadas en cuanto a los abonados y riego se refieren.
“Estos sensores que hemos tenido instalados nos han servido para tomar decisiones acertadas, en base a la demandad de la planta y no a suposiciones, sin saber exactamente ni cuándo, ni cuánto abono hay que echar”, señala Paqui Ferrer. De esta forma, han conseguido optimizar los recursos y poder analizar los datos registrados.
“Prácticamente hemos consumido el mismo abono, el volumen es el mismo, pero no en las mismas fechas ni en las mismas dosis. Al final, lo que sí hemos obtenido ha sido un 11% más de frutos del calibre de primera categoría G, con lo que esta mejora ha reportado un beneficio económico”, indica.
Estos resultados los presentó Paqui Ferrer en los casos de éxito de la jornada de “Transformación digital en la empresa agroalimentaria” que se celebró en el mes de junio en el Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA). De esta forma, demostró que estas tecnificaciones no solo las pueden aplicar las grandes empresas, sino también los pequeños y medianos agricultores.
“No hemos podido invertir todo lo que hubiéramos querido en tecnología. Siempre hemos querido sacarle más provecho a la finca, no comprar más tierra para cultivar más, sino producir más y mejor con la misma superficie. Esto se puede hacer a través de la modernización y la incorporación de innovación al invernadero”, indica esta agricultora.
Inquietud
Paqui Ferrer es la primera mujer que forma parte de la junta rectora de Parquenat. Entró como socia colaboradora en 2003, y con el paso del tiempo fue ampliando capital hasta alcanzar la condición de socio de derecho en 2014. Participa de forma activa en los consejos de la cooperativa y muestra una gran inquietud por la mejora de los sistemas de producción.
Aún recuerda cómo se llevaban a cabo los abonados, con riegos a manta, que “a saber lo que le llegaba a la plantas”.
Paqui lleva toda la vida vinculada a la agricultura, trabajando en el invernadero familiar al mismo tiempo que estudiaba Técnico de Laboratorio. Una vez finalizados los estudios decidió probar con su marido y años más tarde surgió la oportunidad de tener una finca en propiedad.
Reconoce estar contenta, aunque “a medias”. “Tenemos una finca pequeña, la llevamos bastante bien con el apoyo de dos trabajadores más, mi marido y además tenemos dos hijos. Aunque sea poca tierra siempre nos ha dado buen rendimiento y tenemos para vivir todos”, reconoce.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/agricultura2000/noticia/8/agricultura/136005/paqui-ferrer-la-aplicacion-de-tecnologia-permite-crecer-en-rendimiento