La agricultura de invernadero que se desarrolla en la provincia de Almería ha estado, desde hace décadas, dominada por una serie de cultivos que han aportado rentabilidad y un cierto equilibrio al productor local. Cultivos como el tomate, el pimiento, el pepino, el calabacín o la berenjena, a los que se unen en primavera el melón y la sandía, son los que dominan la superficie bajo plástico de la provincia, ya que la judía tiene cada año menos protagonismo.
Sin embargo, cada vez son más los actores del sector que buscan la diversificación de productos en el campo almeriense. Los cultivos subtropicales –papaya, mango, pitahaya, carambola o chirimoya- son una de las alternativas más sólidas que se contemplan en este sentido, siendo la papaya el fruto exótico que más interés despierta dentro del sector.
El desértico paraje de Los Goterones, ubicado en la carretera que conecta la urbanización de Retamar con la Autovía del Mediterráneo, es el entorno en el que se ubica la Finca Experimental UAL-Anecoop. La cooperativa española es, precisamente, la impulsora de este cultivo en Almería con la creación de la Asociación de Interés Económico 'Exóticos del Sur' para ofrecer un canal de comercialización a los productores de papaya almerienses.
El papel de la papaya en la agricultura almeriense
"La papaya no viene a sustituir a ningún cultivo de la provincia, sino a complementar la oferta agroalimentaria de Almería de cara a sus mercados principales", opina el director de Finca UAL-Anecoop y profesor universitario, Luis Belmonte. Unas circunstancias que están relacionadas con las características de cultivo de la papaya, que, al ser un cultivo arbóreo, precisa de más tiempo que los hortícolas tradicionales del campo almeriense para entrar en producción.
Este hecho limita la capacidad de expansión de este cultivo entre las preferencias de los productores, por lo general acostumbrados a un retorno más rápido de la inversión. Frente a esta realidad, sin embargo, existen productores con más de una explotación que ven en la papaya el complemento perfecto a sus cultivos tradicionales. "Diversificar los riesgos siempre es una buena opción", explica Luis Belmonte, agregando que hasta el momento los precios de la papaya son más estables que los del resto de productos hortofrutícolas almerienses, más expuestos a la volatilidad del mercado.
Junto con la estandarización de la producción y su salida comercial, la búsqueda de la variedad ideal de papaya es el principal reto de la agricultura almeriense. En este sentido, Anecoop ensaya en un invernadero de su Finca Experimental con la mayor variedad varietal de este producto en la provincia.
Una amazonia de papaya en mitad del desierto
Se trata de un invernadero de apenas de 4.500 metros cuadrados de cultivo, con una estructura multitunel de cuatro metros y medio en la base del arco y seis metros en la parte más alta. "El cultivo de papaya necesita esta altura porque los árboles llegan a alcanzar hasta los tres metros y medios", explica Marina Casas, responsable de producción de Anecoop en Almería.
En definitiva, se trata de unas estructuras de invernadero que pasarían desapercibidas si no fuera por lo que ocultan en su interior: más de 200 árboles de papaya y más de 30 variedades distintas con la finalidad de hallar aquella variedad que se adapte a la perfección a las peculiaridades climáticas del sureste peninsular.
"Se están viendo las principales variedades comerciales, que son Intenzza, Sweet Sense y Caballero. El resto son variedades con taxonomía científica; aún no están a la venta", cuenta Marina Casas. Las semillas vienen, en su mayoría, de casas de semillas mexicanas y del resto de Latinoamérica, según explica la responsable de producción de Anecoop en Almería.
Además del 'screening' varietal que se está llevando a cabo, en la finca se realizan otras labores relacionadas con el manejo del cultivo de papaya e invernadero. "Se practican ensayos con distintos tipos de abonado, el aclareo de frutos y el mantenimiento de las condiciones idóneas de humedad y temperatura", afirma Marina Casas.
Por el camino, desde las primeras investigaciones de la adaptación de la papaya subtropical al clima mediterráneo-subdesértico almeriense, se ha avanzado de forma contundente. El control de la técnica del sexado de la papaya, el testaje de variedades y la estabilización de la producción y la comercialización se ha conseguido hasta el punto por el cual la papaya ya es una alternativa real para el campo almeriense. El próximo reto, quizás definitivo, es perfeccionar lo aprendido para consegui la máxima rentabilidad y sostenibilidad del cultivo, labor en la que la Universidad de Almería y Anecoop, junto con otros actores del sector, trabajan de forma permanente.
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