“El clúster es la forma en la que debe organizarse la agricultura almeriense”

Los representantes políticos del municipio de El Ejido recibieron el pasado 15 de enero la visita de una emisaria del Ayuntamiento holandés de Westland, una localidad que, por su alta concentración de invernaderos, es conocida como el 'mar de cristal' holandés. Las similitudes con El Ejido son evidentes, y por este motivo la visita sirvió para compartir puntos de vista sobre intereses comunes tales como la economía circular en la agricultura, el relevo generacional en el campo o destacar las virtudes de las frutas y las hortalizas como fuente de salud.  

La visita de Marga Vintges, la emisaria holandesa, a El Ejido también sirvió para exponer las diferencias entre el desarrollo del modelo agroalimentario almeriense y el holandés. La más evidente, las relaciones que se dan entre los distintos agentes de cada sector, en especial entre las instituciones públicas, las entidades financieras y el sector privado. 

Esta funcionaria del municipio de Westland acudió a El Ejido en calidad de representante de Greenport West-Holland, el clúster empresarial que agrupa al sector de la horticultura bajo invernadero holandesa. Este modelo es en gran medida responsable del éxito de la horticultura holandesa en todo el mundo; no solo de la producción de frutas y hortalizas, sino de la generación de tecnología para todos los aspectos relacionados con la cadena de producción y suministro de este tipo de alimentos. 

El presidente de Tecnova, Ángel Barranco, explica por qué el apoyo que las instituciones públicas holandesas otorgan a este sector productivo es tan importante. "Cuando uno viaja y va a las ferias internacionales del sector se da cuenta del fuerte apoyo institucional que tienen las empresas holandesas. Por poner un ejemplo, la pasada edición de la feria agroalimentaria Irapuato en México fue inaugurada por la embajadora de Holanda. Otro ejemplo, la primera feria de tecnología agrícola de invernadero que se va a organizar en Vietnam el próximo mes de marzo está auspiciada por el gobierno holandés". 

La horticultura holandesa, un sector 'top' 
La agricultura bajo invernadero y su industria auxiliar está reconocida como un Top Sector holandés, una denominación que engloba a los nueve sectores productivos más punteros del país. Esto permite una organización especializada en torno a clústers agroindustriales, entre los que Greenport West-Holland es el más grande.  

Greenport West-Holland engloba a entidades que van desde agrupaciones de productores hasta envasadores o transportistas de producto, pasando por empresas de semillas, tecnología de invernaderos, productos para la protección y nutrición vegetal, semilleros y viveros etc. Por supuesto, esta cadena cuenta con un gran apoyo "del brazo financiero, la entidad Rabobank, y centros tecnológicos como la Universidad de Wagenigen", apunta Ángel Barranco.  

"El Gobierno regional es de suma importancia para el clúster", añade Marga Vintges, que explica que "el Gobierno nacional es el encargado de coordinar todas estas agrupaciones, pero el vínculo con cada clúster a nivel de representación y organización es tarea de la región". La colaboración institucional a distintos niveles es evidente. El clúster, a su vez, es el interlocutor de las empresas que están dentro y trabaja de forma organizada tanto en el establecimiento de objetivos comunes como en la proyección exterior de la horticultura holandesa. 

La consolidación del 'Modelo' 
Trabajar en torno a objetivos comunes y tener una marca reconocible a nivel internacional son dos aspectos que se antojan esenciales para hablar de un 'modelo' definido en la agroindustria holandesa. No en vano, Marga Vintges señala que recientemente el clúster ha suscrito dos pactos: uno para establecer un modelo de transición hacia fuentes de energía renovables y otro para la transferencia de conocimiento e innovación entre las empresas que lo integran. 

El profesor universitario y miembro del Grupo de Trabajo de la Comisión Europea en Horticultura Circular, Francisco Egea, es un firme defensor de que "en este modelo de clústers es como debe organizarse el sector hortofrutícola almeriense". Una de las razones que esgrime Francisco Egea es que "la intensidad de la investigación científica aplicada a la agricultura que existe en Almería debe tener una organización para que sus resultados sean lo más eficaces posibles a la hora de transferírselos al agricultor".  

El profesor Egea sostiene que la transición hacia un modelo agroalimentario basado en la economía circular –es decir, un aprovechamiento integral de todos los recursos en base a la sostenibilidad económica y medio ambiental- es un incentivo más que interesante para que el sector se coordine en torno a una serie de objetivos comunes que, además, permitan crear una marca de referencia del sector hacia el exterior.  

La experiencia Tecnova 
El centro tecnológico Tecnova, cuya fundación agrupa a más de 120 empresas de la industria auxiliar a la agricultura –principalmente empresas almerienses, pero también de otros lugares- es un fenómeno que guarda bastantes similitudes con el modelo de clúster agroalimentario holandés: en Tecnova están representadas empresas de distintos ámbitos de esta cadena de suministro, algo que hace más fácil el trabajo coordinado y las relaciones empresariales entre ellas. Además, la integración en Tecnova permite una optimización de muchos recursos, entre ellos el potencial investigador y el desarrollo de tecnologías y conocimiento. 

Al margen de estas sinergias, Tecnova ha consolidado su proyección internacional, organizando misiones exteriores y fortaleciendo los lazos con empresas y centros de investigación de otras partes del mundo como Latinoamérica o Asia. El presidente de la fundación, Ángel Barranco, asegura que "la marca Tecnova es cada vez más potente y se asocia a tecnología española de calidad para desarrollar una agricultura de alta productividad en cualquier parte del mundo". 

Un logro que, a diferencia del modelo holandés, no cuenta con el respaldo institucional suficiente. "El último informe de campaña de Cajamar señalaba que el volumen de facturación de la industria auxiliar agrícola en Almería es de 1.900 millones de euros, cada vez más cerca del volumen total de comercialización de frutas y hortalizas de las empresas almerienses. Sin embargo, no hay planes específicos para apoyar esta industria", explica el presidente Tecnova, que cree que "ya es hora de que se empiecen a articular estos instrumentos".

Una red de clústers a nivel europeo
La visita de la embajadora del clúster Greenport West Holland no fue casual, sino que se enmarca dentro de una serie de acciones, lideradas por este organismo, para conectar a las regiones de Europa donde se desarrolla una actividad importante en horticultura.

El modelo de cooperación promovido por este organismo persigue perfilar la horticultura como una importante actividad de futuro, promoviendo una organización intercomunitaria entre los clústers que permita influir en la legislación europea e incentivando la internacionalización de estas agrupaciones. Entre los temas propuestos, se encuentra el reverdecimiento de las ciudades, fomentar una producción de alimentos resiliente y adaptada al cambio climático, la seguridad alimentaria, innovaciones en el transporte, la bioeconomía o la competitividad basada en la agricultura inteligente.

La especialización productiva parece ser el alma máter de la consolidación de los clústers agroalimentarios, siempre bajo el paraguas de las instituciones políticas, las entidades financieras y los centros de investiación, tres pilares fundamentales como ya hemos dicho en el desarrollo del modelo holandés. En esta línea, una de las cuestiones que se vislumbra como fundamental es si la economía circular aplicada a la agricultura puede ser un elemento que incentive la agrupación de la agricultura de Almería en torno a un modelo similar al holandés.