"Los precios mínimos fueron utilizados en la antigua PAC y descartados por sus efectos"

Entrevista a David del Pino, ingeniero arónomo y consultor internacional en agricultura y alimentación

David del Pino, experto en consultoría internacional en agricultura y alimentación.
David del Pino, experto en consultoría internacional en agricultura y alimentación.
Agricultura 2000
18:54 • 06 feb. 2018

En los artículos de su blog y en una serie de conferencias, David del Pino viene ofreciendo una visión crítica y argumentada de lo último que está pasando en el negocio hortofrutícola. 




Con frecuencia, sus textos encienden interesantes debates en las redes sociales. Generalmente, abordando temas que van desde las últimas tendencias del mercado hasta asuntos candentes para el sector, siempre apoyados en su constante labor de análisis  sobre la actualidad  y en la experiencia acumulada en su trayectoria profesional, ligada a la comercialización hortofrutícola y actualmente,  a la consultoría. 




Plantear precios mínimos para las frutas y hortalizas ¿es un discurso recurrente o representa realmente los intereses de ciertos ámbitos del sector? 
Es un debate recurrente y me preocupa, sobre todo, por que no va a ocurrir. De vez en cuando se plantea desde diversos ámbitos del sector y también políticos. Creo que no soy dudoso en mi defensa del sector por eso me preocupan los debates estériles que distraen de lo principal. 




Esta política ya se ha utilizado en la UE en diversas etapas de la antigua PAC y ha sido descartada por sus efectos a medio y largo plazo. De hecho, los acuerdos de comercio mundial firmados en las diversas rondas de la OMC hacen esta posibilidad imposible. Implantar algo así en la UE significaría romper con el mundo. Insistir en ello solo lleva a la frustración. 




¿Qué enfoques considera interesantes para superar las dificultades que tradicionalmente se utilizan para argumentar a favor de la fijación de precios mínimos?
Es evidente que la producción es el eslabón débil de la cadena de valor del negocio hortofrutícola. Todas la medidas que sirvan para fortalecer a la producción son las correctas. Desafortunadamente, todas estas medidas necesitan de nuestro esfuerzo individual y colectivo para que sea hagan realidad junto alguna ayuda de los poderes públicos. De hecho, algunos de los poderes públicos están genuinamente preocupados por el futuro del sector productor.  




Desde la UE se ha primado con el instrumentos de las OPFH la concentración del sector para ganar tamaño y poder de negociación. Este ha sido uno de los grandes hitos que no ha sido suficientemente aprovechado por el sector. Me sigue sorprendiendo el bajo porcentaje de agricultores adscritos a una OPFH. Recordemos que, estas, son las únicas organizaciones que pueden arbitrar sistemas de retirada de mercado. Pero si hay una baja participación de los agricultores en estas organizaciones la medida nunca puede ser efectiva.




¿Qué le parece más urgente: desarrollar nuevos productos o implementar nuevas formar de vender los ya conocidos?
Respecto al producto, hemos de seguir innovando. El sector es tremendamente dinámico y estoy seguro de que va a seguir así por mucho tiempo. 
Lo urgente es actuar en lo que se conoce como "producto extendido" de los propios productos actuales. La batalla está ahora en los atributos reales junto a otros atributos aspiracionales o de estilos de vida. Y la lista es larga: momentos de consumo, salubridad, sostenibilidad, comercio ético, propiedades saludables, ecología, naturalidad, bienestar, conveniencia, etc.




¿Las tendencias de mercado emergentes son necesariamente disruptivas para el negocio hortofrutícola?
Las tendencias son esenciales para seguir en la jugada. Este es el campo donde hay que jugar si no nos queremos convertir en maquiladores.  Para hacerlo hay que transformar la visión y también dotar las empresas de las capacidades y recursos para hacerlo. Aunque hay un gran previo paso para poder tener esos recursos hay que tener tamaño. 


La producción y comercialización de frutas y hortalizas en Almería y en la costa granadina parecen estar orientándose hacia tamaños de planta cada vez mayores. ¿Esto podría dificultar la capacidad de introducir cambios en los modelos de producción y de comercialización?
El tamaño puede crear empresas menos ágiles pero nuestro negocio es un negocio de rotación. Vivimos de un pequeño margen multiplicado por muchos kilos. De esta forma, los recursos sólo se generan con volumen (tamaño) y sólo los recursos te permiten invertir y pasar al siguiente nivel organizativo y estratégico.


¿Cómo sería el futuro perfecto del sector hortofrutícola de Almería y la costa granadina?
Me temo que lo perfecto sea enemigo de lo bueno.  Prefiero pensar en un futuro donde vayamos superado las limitaciones que ahora nos atenazan. Me gustaría ver empresas comercializadoras más grandes, una mejor estructura de la propiedad de las explotaciones agrícolas en muchas zonas, estructuras productivas con adopción de tecnologías más eficientes, que las inversiones públicas solucionen finalmente el acceso al agua y un largo etc.



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