El invernadero: ¿en suelo agrícola o industrial?

El nivel de tecnificación que ha alcanzado la agricultura intensiva almeriense ha hecho que en los últimos días la categoría que debe tener el suelo sobre el que asientan los invernaderos sea objeto de discusión. La controversia surge a raíz del curso de verano que impartirá el Colegio Oficial de Arquitectos almerienses entre el 2 y el 4 de julio de 2018: 'La ciudad agrícola: la ciudad contínua'. El argumento del curso es que, de acuerdo con las características del invernadero como sistema de producción, la clasificación del suelo sobre el que se construyen las parcelas debe tener una consideración similar al de una instalación industrial, algo a lo que se opone el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de la provincia (Coitaal). 

La clasificación del suelo en Andalucía se establece según la LOUA, que regula el ordenamiento urbanístico en toda la comunidad y establece que todas las explotaciones agrícolas se incluyen dentro de la categoría "suelo no urbanizable". A pesar de esta consideración, el Colegio de Arquitectos expone que "la realidad derivada de la necesidad –del invernadero- de atender otras dotaciones complementarias, acometidas, servicios, infraestructuras y accesos" es similar al de una instalación industrial, generando y demandando "un trato igual, con independencia de otros aspectos sociales y económicos". 

La visión del Coitaal sobre esta cuestión es contraria a la denominación de suelo industrial. "La producción de frutas y hortalizas se basa en la fotosíntesis de las plantas, un proceso que ninguna industria ha sido capaz de replicar. Es un error de base hablar de industria cuando nos referimos a la producción agraria, aunque parte del sector esté industrializado", explica Juan Sánchez Villar, ingeniero técnico colegiado. 

A pesar de la oposición frontal, que aseguran que es compartida por buena parte del sector agrícola, a este cambio normativo, el Coitaal ha explicado a través de un comunicado de prensa que "es necesaria una ordenación urgente de las exigencias administrativas en el sector agrario", una petición extensible a todas las ramas de la producción agraria, incluida la que tiene que ver con la industria agroalimentaria. 

Ambos comunicados no aclaran, en cualquier caso, la conveniencia o no de que el suelo destinado a la construcción de invernaderos sea considerado como urbanizable. El debate está servido y sin duda habrá más informaciones acerca de este tema en los próximos meses.