Nueve de cada diez agricultores y ganaderos en Andalucía son mayores de 41 años

El despoblamiento rural es una de las grandes amenazas demográficas que enfrenta la Unión Europea. La pérdida de la población del campo, en un éxodo hacia los núcleos urbanos que parece no tener fin, es uno de los grandes retos a los que las políticas en materia de desarrollo rural y cohesión territorial deben de dar una respuesta.  

La agricultura juega a todas luces un papel esencial en evitar el éxodo de las gentes del campo a la ciudad. El ingeniero agrónomo y catedrático en Sociología Eduardo Moyano escribía en el medio Agronegocios acerca de "la intensa interacción de la población rural con la naturaleza, debido sobre todo al predominio de la actividad agraria" en este entorno. 

Es evidente que para conseguir fijar la población al campo es necesario que el medio rural ofrezca incentivos a sus habitantes. El desarrollo de una agricultura productiva, sostenible y rentable es esencial para conseguir este objetivo, ofreciendo una forma de vida atractiva para los jóvenes.  

El proyecto Agri-Hebe 2020 

Este es el espíritu con el que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural impulsa el Proyecto Agri-Hebe, un instrumento que tiene como objetivo crear nuevos perfiles emprendedores en el campo andaluz. El proyecto consta de tres fases: la identificación e impulso de la iniciativa emprendedora, con un presupuesto de 1 millón de euros; la implantación del proyecto de negocio, para el que se destina una partida de 2,85 millones de euros; y, por último, fomentar el desarrollo empresarial, dotada con 500.000 euros. Además, a estas ayudas se suma la convocatoria para la instalación de jóvenes agricultores, con un presupuesto de 60 millones de euros, lo que supone una dotación total para Agri-Hebe de 64,3 millones de euros. 

El delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Almería, José Manuel Ortiz, explica que esta herramienta viene a dar respuesta al paro juvenil y al despoblamiento del campo. "La idea básica de Agri-Hebe es que aquellos jóvenes que quieran comenzar su actividad agraria tengan la formación necesaria que requiere emprender un proyecto empresarial de estas características". 

Ortiz cita algunas de las claves que se ofrecen para estos emprendedores del mundo rural. "Desde saber cómo funciona el riego hasta las facturas del IVA, pasando por todo tipo de aspectos administrativos, financieros o del mundo asociacionista y cooperativo", explica el delegado. 

Para detectar las posibles iniciativas innovadoras, desde la Consejería se ha tejido una red conjunta con las oficinas comarcales agrarias (las OCAs), los CADE, IFAPA e incluso con las organizaciones de productores y cooperativas. Una vez seleccionados los jóvenes que llevarán a cabo su proyecto empresarial, los candidatos pasarán un proceso de orientación, diseño del plan empresarial, pruebas teóricas y prácticas para evaluar sus conocimientos y una campaña de sensibilización con los valores del trabajo agrícola. 

Cuando esté trabajo se ha hecho, la siguiente fase del proyecto Agri-Hebe comprende la implantación del proyecto empresarial; las ayudas se ofrecen en ámbitos como el acceso a la tierra, una inversión en maquinaria o capital social, formación en aspectos contables (financiación y fiscalidad), formación integral y capacitación, el fomento al relevo generacional y la creación de redes y asociaciones de productores. 

La última fase, que comprende el desarrollo empresarial del proyecto, abarca la formación continua del emprendedor, un seguimiento del proyecto y una evaluación de los resultados. Las herramientas TIC, las nuevas tecnologias y la tutorización juegan un papel clave en esta etapa.