“No creo que nadie puedar dar lecciones sobre agua a Almería”

Ramiro Angulo, Director de Agua en Alta de Suez Spain

Ramiro Angulo.
Ramiro Angulo. La Voz
La Voz
09:49 • 12 oct. 2018 / actualizado a las 09:53 • 12 oct. 2018

Ramiro Angulo empezó su intervención en la Jornada sobre el Agua, organizada por La Voz de Almería y Cadena SER Almería, asegurando que, en muchos sentidos, “los almerienses sois pioneros en la gestión y aprovechamiento del agua en los regadíos.



A partir de ahí se introdujo en el incremento de la demanda que provoca tanto el crecimiento demográfico de las últimas décadas como el incremento del número de turistas, que en año pasado sumaron 82 millones de visitas y son demandantes de agua.



Un crecimiento no menos importante es el de las superficie de cultivo en regadío, que hoy alcanzan los 3,8 millones de hectáreas en todo el país, con zonas de crecimiento importante, entre ellas la provincia de Almería, una cifra alcanzada además en poco tiempo. Y surge la pregunta del millón: ¿hasta dónde es posible seguir aumentando esa superficie?, para concluir que “en algún momento habrá que parar tanto por exceso de oferta como por las limitaciones climáticas y legales que se experimentan en los consumos”, afirma Angulo.



El director del grupo Suez sostiene en cualquier caso que la incorporación de tecnologías en procesos como la depuración, la reutilización o la desalación “nos permiten una mayor disponibilidad del recurso, aunque con precios más elevados que mantienen viva la duda de hasta dónde es posible seguir aumentando los regadíos”.



A su juicio son loables los esfuerzos realizados para lograr una disminución de la demanda, tarea que ha supuesto que en la última década el consumo se haya reducido en torno a un 17 por ciento, al menos en el consumo doméstico, lo que indica un alto grado de concienciación por parte de la ciudadanía.



En un recorrido por la historia de la gestión del agua, Ramiro Angulo hizo referencia al gran impulso inversor en infraestructuras de acumulación, que ha llevado a España a ser uno de los países con más embalses del mundo, en la actualidad más de 1.200 repartidos por todo su territorio, “porque tenemos un régimen irregular de lluvias y teníamos que buscar la forma de acumular agua para los periodos de carencias”.



Paralelamente se han realizado infinidad de sondeos que han permitido que en España existan hoy millones de pozos, sondeos desde los que se extraen para su aprovechamiento las aguas subterráneas, de las que en algunas zonas, como Almería o Murcia, se ha abusado desde hace años hasta llegar a la sobreexplotación o la salinización.



Paso a la desalación

Lo último en esa batalla permanente por el agua es la llegada de las desaladoras, a medida que embalses y sondeos se mostraban insuficientes para atender la demanda en las zonas secas. A ellos se han sumado la depuración de aguas residuales y la construcción de terciarios para reutilizar esa agua en los regadíos.


El futuro llega, no obstante, lleno de las incertidumbres que aporta tanto el cambio climático, que altera los periodos secos y húmedos, como la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, que impone la gestión sostenible de las masas de agua y obliga, en gran medida, a una gestión diferente de los recursos hídricos para garantizar la sostenibilidad no sólo de los cultivos, sino también de los caudales ecológicos y del medio ambiente.


Dentro de esa normativa se incluye la recuperación de los costes económicos y ambientales en el uso del agua, lo que supone que los usuarios finales tendrán que hacer frente a los costes de los recursos, ya sean estos de origen natural o por producción en desaladoras o adecuación a través de tratamientos terciarios de las aguas residuales.


En cualquier caso considera que la gestión de las aguas realizadas en el conjunto del país, y muy especialmente en el área del sureste, han aportado prestigio a la marca España Agua, “la duda es si podremos mantener ese prestigio que nos permite hoy liderar la eficiencia en la utilización de estos recursos, porque la UE ya ha advertido que no se están recuperando los costes, exigencia de la Directiva Marco del Agua”.


Inversión

La crisis ha tenido consecuencias en la aplicación de inversiones en obras hidráulicas de forma que, desde el inicio de la crisis económica, la inversión ha pasado de los alrededor de 1.200 euros por habitante en el año 2006 a los apenas 400 en el último año, con un descenso además de la inversión privada del 80 por ciento, según los datos aportados por Angulo.


En esa misma línea, el director de Agua en Alta de Suez, recordaba que si en el año 2005 se aprobaron 100 grandes proyectos con inversión mixta público-privada, en el año 2017, doce años después, ese número se ha quedado en ocho.


Evalúa en 12.000 millones de euros el volumen de inversión en obras urgentes para cubrir retos como la actual escasez de agua dulce, por la disminución de lluvias y el incremento de la evaporación que genera el cambio climático; los problemas de financiación de esas infraestructuras, la adecuación a las normativas europeas en materia de costes o de depuración de aguas o las exigencias que impone la transición energética, que obliga a una reducción de las emisiones de CO2 y una más amplia aplicación de energías renovables.


El futuro

Pese a la situación descrita, señala la existencia de oportunidades que se presentan para trabajar en nuevas infraestructuras hidráulicas, “siempre bajo un prisma de transparencia, integridad y buen gobierno” en materia de agua.


Apela también a una mejor gobernanza, a la aplicación de las tecnologías tanto en desalación como en depuración y tratamientos terciarios o la obtención de energías renovables porque “no sólo hay que hablar de la sostenibilidad, tenemos que ser de verdad sostenibles si queremos ser competitivos en los mercados, donde la huella hídrica o la huella de carbono están cobrando una importancia cada vez mayor”.


Para Ramiro Angulo, en este escenario de presente y de futuro “Almería juega con la ventaja de estar muy por delante de la inmensa mayoría de los territorios nacionales e internacionales en gestión de sus recursos hídricos, por diversificación y por eficiencia, y difícilmente alguien se va a colocar por delante en esta materia en los próximos años”. Angulo concluye afirmando que a la hora de diseñar el futuro de la gestión del agua “Almería tiene mucho que decir sobre el agua y mucho que enseñar”.


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