Almería marca el camino de la agricultura más sostenible

Tres años después de su puesta en marcha, el programa europeo Fertinnowa cerraba su labor con una cita final celebrada en Almería este mes de octubre. La agricultura europea y mundial afrontan retos que precisan nuevos modelos y esa es la base en la que se sustenta esta iniciativa.

Varios objetivos en ese camino hacia la excelencia en la gestión de los cultivos y dos cuestiones esenciales sobre la mesa, el manejo del agua y la fertirrigación. La elección de Almería como escenario final no es casual, ya que su modelo de producción bajo abrigo, lo que se conoce como ‘green house’ está marcando tendencia en otras zonas del mundo

Alimentar al mundo

La cuestión es que el cambio climático está modificando las condiciones para los cultivos y los responsables del proyecto Fertinnowa, y de la Unión Europea que impulsa este programa, buscan las fórmulas que permitan al sector ser más sostenible e incrementar su productividad al tiempo, algo que no parece fácil de casar.

En ese contexto de cambio climático la disponibilidad de agua, o más bien su escasez, constituye uno de los principales factores de riesgo. El problema es que la situación se produce cuando el reto es suministrar alimentos suficientes para una población en constante crecimiento que requeriría en los próximos años aumentar en todo el mundo la demanda de agua para la agricultura en un 60 por ciento, según los datos de la FAO.

El problema es que cerca del 10 por ciento de la comida mundial procede de zonas con acuíferos sobreexplotados y más de la mitad de los 7.600 millones de habitantes del planeta viven en zonas de alto estrés hídrico.

La posición actual coloca a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el nuevo referente para todos los eslabones de la cadena alimentaria y van a marcar hasta 2030 el debate del uso del agua para la producción de alimentos.

Las propuestas

Así las cosas, el modelo Almería se ha convertido en una de las esperanzas del sector agrícola a nivel internacional dada su capacidad para ahorrar en el consumo de agua de riego, de recuperar los sobrantes y reutilizarlos, de buscar nuevas fuentes a través de la depuración o la desalación o de contener el consumo energético en sus invernaderos.

Fertinnowa ha cerrado sus sesiones con la presentación de un Compendio de Fertirrigación que compila los resultados de los trabajos de investigadores de diez países europeos mas los sudafricanos. Se trata de poner a disposición de los agricultores una serie de propuestas de cambio que permiten la transferencia de las tecnologías desarrolladas en los últimos años, una oferta que puede ser la base de la agricultura durante las próximas décadas