La semana pasada se celebró la Fruit Attraction, la mayor feria de frutas y hortalizas del país y un buen momento para conocer qué se está haciendo en lo que se refiere a la agricultura, comprobar por dónde se están moviendo el resto de los productores y analizar los retos que garanticen la continuidad de los modelos.
La impresión general, que comparten los agentes del sector e instituciones como el Ministerio o la Consejería de Agricultura es que, hoy por hoy, el campo almeriense ocupa un lugar de privilegio, lidera producciones, mercados o los avances hacia lo ecológico.
Pero ese éxito, reconocido por la mayor parte de los analistas nacionales e internacionales, podría quedar en pura retórica si el sector aborda algunos de los retos que son los que probablemente definirán la agricultura de las próximas décadas.
Salto adelante
Así lo señalaban tanto el ministro de Agricultura, Luis Planas, buen conocedor del modelo almeriense, o el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro. Este último señalaba que Almería afronta el momento justo para tomar decisiones de gran trascendencia; la primera de ellas abrazar el modelo de la bioeconomía o economía circular, “para ser líderes y convertirlo en una oportunidad.
La segunda está relacionada con relanzar cuestiones como las sociales, las laborales o las ambientales, “en las que somos también líderes, pero hay que dar nuevos pasos para que otras zonas, que están avanzando, muchas veces tomando a Almería como ejemplo, no nos alcancen”.
Por supuesto, aboga por mantener el esfuerzo en investigación, en innovación o en incorporación de las nuevas tecnologías a la agricultura, “porque sólo si somos capaces de solucionar problemas esenciales como el del agua, la gestión de los residuos o la sostenibilidad seguiremos siendo líderes durante las próximas décadas.
El futuro, en juego
El secretario general de Agricultura y Alimentación, Rafael Peral, coincide en ese análisis y advierte que ese salto de calidad hay que abordarlo cuanto antes porque estamos en un punto en que podemos vernos igualados, si no superados, por otros productores que están trabajando en esas mismas líneas”.
Peral pone fecha para la toma de decisiones, que deben iniciarse cuanto antes “porque el avance de otras zonas les permitirá estar a la altura de Almería en cuatro o cinco años, no más”. Y entiende que la transformación debe llegar “de la mano de la sostenibilidad económica, ambiental y también social, porque está en juego nuestro futuro”.
Las cosas claras
Añade que se trata de una cuestión de madurez y opina que el sector está ya maduro para abordar los cambios, tiene claras las cosas y está capacitado para ello, “pero no puede demorar la toma de decisiones esenciales, debe empezar a dar esos pasos, avanzar todos en la misma dirección para mantener y mejorar el prestigio de nuestro modelo”.
Tomar decisiones
Eduardo Baamonde, presidente del Grupo Cooperativo Cajamar, entiende que, efectivamente, ha llegado el momento de tomar decisiones y, aunque considera que el sector hortofrutícola almeriense está capacitado para hacerlo, afirma que por ahora “hay gente que está tomando decisiones y dando saltos en calidad o compromiso, pero a nivel individual y creo que es el momento de hacerlo a nivel colectivo para dar solidez y estabilidad al modelo”.
La referencia
El consejero delegado de Coexphal, Juan Colomina, sostiene que Almería ha dejado de ser un operador secundario en los mercados para convertirse en la referencia, “y al ser referencia estamos obligados a dar ejemplo en cuestiones esenciales como lo social, lo laboral, el agua, los residuos o la ordenación del territorio, porque es importante mejorar la convivencia entre los terrenos agrarios y el medio natural de la provincia”.
Tanta importancia conceden las empresas agrarias a estos cambios que fue el hilo conductor de la última Asamblea General de Coexphal, “y ahí pudimos comprobar que las empresas almerienses están muy sensibilizadas con la sostenibilidad”.
De hecho muchas de ellas han dado pasos en ese camino, pero Colomina advierte es difícil avanzar rápido en ese objetivo; “llevamos buen ritmo, se están dando pasos en ese sentido, pero ahora hay que acelerar lo más posible y para ello es precisa la colaboración de las administraciones, y también comunicar, entre nuestras empresas, pero también al exterior, los avances y las respuestas que estamos dando a mercados y consumidores europeos”.
Las empresas
La mayor parte de las empresas coinciden en el análisis de las necesidades del sector de cara al futuro. Es el caso del director general de Agroponiente, Antonio Escobar, que opina que Almería está en la encrucijada de tomar decisiones que afectarán sensiblemente al futuro del sector: “es cierto que partimos con ventaja en esa carrera por el control de los mercados, pero no podemos retrasar más esas decisiones porque supone seguir en cabeza o convertirse en uno más y perder el liderato”.
Otros como José Martínez Portero, de Única Group o Juan Segura, presidente de Coprohníjar, confían en llegar a tiempo “porque Almería tiene experiencia y capacidad de respuesta para ello”.
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