A pesar de los informes, estudios y análisis que se llevan trazando en los últimos meses sobre las consecuencias del Brexit para el Reino Unido y la Unión Europea, cada día aparece un nuevo jalón en el que no se había pensado en profundidad y que hace que, a la hora actual, cunda lo inevitable: que habrá que retrasar el acuerdo por falta de acuerdo.
Uno de los asuntos en el que sí se ha venido reflexionando desde la misma noche del resultado del referéndum Brexit, es el de los cambios en las transacciones comerciales entre las partes. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha de la escisión -el 30 de marzo era la previsión inicial- más inquietud prende en el ánimo de los británicos. Una de las reacciones que más está generando zozobra entre los consumidores son las declaraciones de las grandes cadenas de distribución alimentaria que advierten de que un Brexit duro provocará “una automática escasez de frutas y hortalizas frescas en los supermercados”. El aviso ha sido refrendado por compañías como Sainsbury’s, Asda y Tesco, los gigantes del sector en las Islas y habituales clientes de las comercializadoras hortofrutícolas almerienses.
El problema sería particularmente grave en primavera, cuando la mayoría de las producciones británicas estás fuera de temporada e importan el 90% de las verduras de la Europa continental, principalmente de la huerta de Almería.
El invernadero indálico exportó al Reino Unido 285.000 toneladas por valor de 274 millones de euros en 2018, siendo el mercado anglosajón su segundo mejor cliente, tras Alemania.
El Brexit no parece que tenga que significar una bajada de las exportaciones almerienses a Inglaterra, pero si se ralentizarán y la fruta y hortalizas no llegarán tan frescas y lozanas como en la actualidad. De hecho, la Agencia Tributaria española y el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales enviaron recientemente una notificación a las empresas exportadoras que la salida del Reino Unido de la UE, “supondrá cambios transcendentales para los intercambios, ya que los flujos dejarán de tener consideración de operaciones intercomunitarias para pasar a estar sujetos a la presentación de una declaración aduanera para cada envío y al pago de derechos arancelarios.
Desde la patronal de las comercializadoras hortofrutícolas, Fepex, a la que está adscrita la almeriense Coexphal, han expresado su preocupación por la caída de posibles flujos logísticos y el posible colapso en los accesos fronterizos como Dover.
Más enfermedades Un informe de la revista BMJ advierte del posible incremento de enfermedades cardiovasculares entre los británicos por la reducción de la oferta y, por ende, del consumo de frutas y verduras frescas, al ralentizarse las importaciones de fresco y al tener que utilizar, como consecuencia, más producto congelado o refrigerado.
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