Las semillas del futuro serán cada vez más especializadas

Agroateneo reúne a cuatro expertos del sector para hablar sobre ‘Las semillas del s.XXI’

Foto de familia donde el director de Agricultura 2000 posa junto a los expertos.
Foto de familia donde el director de Agricultura 2000 posa junto a los expertos. La Voz
Noelia Martín
10:08 • 01 feb. 2019 / actualizado a las 10:22 • 01 feb. 2019

La sexta edición del debate Agroateneo y la primera en 2019, organizado por La Voz de Almería, Cadena Ser y Agricultura 2000, reunió a cuatro expertos del sector agrícola y las empresas obtenedoras para conversar en torno al lema ‘Las semillas del siglo XXI’. Se trata de un foro en el que los contertulios arrojaron algo de luz sobre cuál es, desde cada una de sus perspectivas, el futuro a medio y largo plazo de las semillas. 



En esta ocasión, los invitados fueron, por un lado y en representación de las empresas obtenedoras, Manuel Martínez, responsable comercial de Andalucía (Poniente de Almería hasta Cádiz) y Canarias de GAUTIER SEMILLAS; y José Luis Pérez, responsable comercial de Andalucía Oriental y Canarias de BAYER. Por otro lado se encontraban Israel Roca, presidente de la División de Hortícolas de ANOVE; y Rafael Lozano, profesor e investigador de la Universidad de Almería.



El futuro La cita, que tuvo lugar en la sala de formación de Tecnova, fijó el punto de partida en el planteamiento sobre cuál es la semilla del siglo XXI. Con respecto a este primer asunto, prácticamente la totalidad de los interlocutores estuvieron de acuerdo en que, si bien no hay un tipo de semilla concreta que vaya a estar presente por encima del resto, sin duda las nuevas variedades  para este siglo deben adaptarse y ser capaces de atender a las necesidades y demandas de consumidores y productores. 






En este sentido, Israel Roca apuntaba que “son muchas las líneas que están surgiendo y creciendo. Las opciones alimenticias como veganismo o vegetarianismo demandan nuevos productos y también provocan el surgimiento de otras líneas más étnicas, como por ejemplo la comida healthy”. Por lo tanto, son tendencias que evolucionarán, según afirma Roca, en nuevos formatos de sabor, color, textura, etc.



Por otro lado el profesor e investigador Rafael Lozano, fijó el punto de mira en la importancia de los cambios que está sufriendo el planeta para determina cuál debe ser la semilla del futuro. “Las nuevas variedades de semillas deben dar respuesta a un escenario mundial que en muchos países ya es una realidad. La tecnología en este campo debe crear semillas capaces de producir con menos agua, con más uso del nitrógeno y con condiciones ambientales extremas”, afirma Lozano.



Rentabilidad Sobre otro de los aspectos en torno al que giró buena parte del debate fue la importancia de recuperar la inversión hecha por parte de las empresas obtenedoras. Si bien es cierto que las opiniones confluyeron en cuanto a que las empresas llevan realizando grandes esfuerzos económicos para desarrollar nuevas variedades desde hace muchos años, Lozano insistió en que “hoy en día, las empresas recuperan relativamente rápido sus inversiones”, es más, afirmó que en un plazo de 10 años esas cantidades se rentabilizaban y que por tanto era más sencillo ofrecer a los agricultores unas semillas de calidad y a buen precio.




Prioridades Pero sin duda, más allá de análisis técnicos, la gran preocupación desde todos las vertientes del sector es la de que la finalidad última de producir y desarrollar nuevas semillas es alimentar a la población. “En el año 2050 habrá más de 9 mil millones de personas en el mundo y ese es un reto fundamental porque tenemos que ser capaces de dar a la población lo que necesita”, remarcaba José Luis Pérez. Explicaba, y en consonancia con una idea que ya había apuntado previamente Rafael Lozano, que habrá menos suelo, menos agua y menos recursos en general, lo que significa que “hay que producir más con menos”. El reto por lo tanto consiste, no sólo en alimentar a la población mundial, sino en atender además las peticiones de un mercado europeo cada vez más especializado y exigente.


Pero precisamente para crear los productos que respondan a todas esas necesidades es necesaria la manipulación e intervención de los investigadores y laboratorios. En ese sentido los contertulios expresaron su deseo de acabar con la aparente criminalización de los productos manipulados.  Por ejemplo, Lozano asegura que “nadie cree que la insulina manipulada en un laboratorio sea perjudicial para las personas con diabetes. Pues lo mismo ocurre con las semillas” y termina, “su manipulación es necesaria para mejorarla y desarrollarla. Los tomates ‘tradicionales’, por ejemplo, no son mas que el resultado de la selección natural”.


Punto a punto: retos y obstáculos por superar


Alimentar al mundo: indudablemente, la prioridad del sector es desarrollar productos que puedan cultivarse según las diversas condicones ambientales de todo el planeta.


Especialización: las preferencias de los mercados no paran de cambiar y demandan semillas más especializadas a la vez que sostenibles. 


Divulgar: hacer llegar a la población el mensaje de que lo ‘tradicional’ frente a lo ‘manipulado’ no es mejor, sino igual o incluso peor. Las semillas producidas en laboratorio responden a las demandas y necesidades de los consumidores de una manera segura.


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