Con el mundo paralizado por esta pandemia el sector agrícola continua. ¿Cómo está CASI afrontando una situación como esta?
La estamos afrontando desde todas las perspectivas que existen ahora mismo. Desde el punto de vista social, con muchísima preocupación, es decir, tanto la preocupación de los socios como de los empleados es total. Son tiempos en los que gestionar esa preocupación humana es muy complicado. Al mismo tiempo, desde la parte laboral, con una serie de problemas importantes tanto por parte de los socios en campo como por parte de la cooperativa y los centros de manipulación puesto que hay que gestionar esa misma incertidumbre personal dentro del entorno laboral.
Se están aplicando medidas de seguridad muy extremas para intentar evitar el mayor número de contagios posibles. Y si los hay, pues tenerlo todo controlado para poder seguir, de alguna manera, con la actividad la actividad diaria.
Esta situación ha provocado un aumento mínimo de absentismo laboral tanto en el campo, en la fincas de nuestros socios, como en los centros de manipulación. Aunque eso se ha estabilizado, porque al tomar tantas precauciones la gente se ha concienciado de que estamos en un entorno de trabajo complicado pero razonable.
A nivel de negocio hay mucha incertidumbre. Hemos tenido semanas con picos de demanda, hemos tenido semanas de valle donde se han caído prácticamente todos los mercados y luego una cierta estabilidad en el mercado nacional; todavía continuamos con inestabilidad en el mercado internacional.
Cada día es distinto, nos estamos adaptándonos a la situación para conseguir un éxito diario.
¿Qué hace CASI para garantizar el abastecimiento de los mercados?
Nuestros socios están continuando con la producción en marcha para intentar acabar la campaña. Almería termina la temporada, en los productos principales, entre mayo y junio. Después se empieza con la sandía, a pesar de la situación, y lo que está haciendo la cooperativa, básicamente, es seguir suministrando las hortalizas que hay en las fincas adaptándonos a los mercados y reaccionando muy rápidamente.
Estamos controlando mucho la parte de recursos humanos para poder satisfacer la demanda de nuestros clientes porque puede ser que tengamos, en un momento dado, algún problema y tenemos que saber reaccionar inmediatamente.
También hemos flexibilizando nuestro servicio a los clientes y nos hemos adaptado a sus necesidades, dentro del contexto actual, y estamos incentivando otros modelos de relación con los mismos, que les ayude a tener un producto más fresco y más rápido y a nosotros poder entregarlo.
¿Cómo se está viendo afectado el socio / agricultor?
Nuestros socios están afectados por la situación pero es un sector esencial y el trabajo continua a pesar de las condiciones. A nivel laboral tienen un problema de mano de obra, hay algunas bajas y una dificultad para encontrar personal y poder seguir trabajando.
Desde el punto de vista de negocio y rentabilidad, hay situaciones muy complicadas como la caída de precios de la última semana que influirán en el final de la campaña de hortalizas.
Ahora empezamos la campaña de sandía y sin duda habrá un impacto. En un mercado tan internacional como es, donde influye tanto la temperatura, el tema de los frigoríficos será un problema. El año pasado se vendían partidas pero este año no podemos hacer eso por el virus.
La incertidumbre es mucha y esto le afecta al socio directamente en su rentabilidad, sus expectativas y repercute en la cooperativa porque, lógicamente, tenemos la obligación de defender ese producto en los mercados.
La innovación y la ciencia de datos ayuda a una mejora en Calidad, Trazabilidad y optimización de recursos.¿Qué está haciendo la tecnología por el sector en estos momentos?
La tecnología ya era esencial para el agro antes de la pandemia. Lo que ahora se ha demostrado es que es una de las mejores herramientas para gestionar este tipo de crisis, desde el campo hasta la prestación última de servicio a nuestros clientes, pasando por la gestión interna de recursos y optimización de procesos y tener conocimiento de lo que está ocurriendo en el campo y tomar decisiones inmediatas para afrontar los cambios tan rápidos que estamos teniendo de un día para otro.
Esta crisis ha demostrado que quien estaba un poco reacio al uso de las nuevas tecnologías, se le ha metido en vena la importancia de las mismas para poder continuar con la actividad.
La tecnología, en general, es imprescindible para cualquier sector y para el agrario también; es algo fundamental para poder gestionar las crisis.
Sin tecnología esta situación hubiese sido un desastre.
¿Está siendo el control tecnológico de los procesos un elemento clave en la pandemia para dar confianza al consumidor?
Si, el consumidor necesita información, necesita percibir esa confianza que nosotros transmitimos. Pero todo eso está basado en procedimientos, servicios, protocolos de calidad, trazabilidad y todas las medidas de seguridad para afrontar esta pandemia. Y lo estamos haciendo a través de la tecnología, si no tuviésemos esas herramientas, al consumidor final no le llegaría nada y estaría perdido y con cierto nivel de incertidumbre.
Sería imposible gestionar una situación así donde estamos teletrabajando como si estuviéramos físicamente en la oficina y cumpliendo con todos los servicios y procedimientos, de forma telemática para optimizando los recursos.
La tecnología, aunque nadie la nota, es la base para que todo en esta pesadilla que estamos viviendo, se esté gestionando de una manera normalizada y podamos seguir alimentando a la gente.
¿Habrá un antes y un después en el sector agro tras esta crisis?
Lo habrá en toda la sociedad, eso es indudable; y el sector agroalimentario también.
Nos daremos cuenta de muchas cosas, aunque el ser humano tiene memoria de pez a veces y en cuanto pasan situaciones de este tipo se nos olvidan algunos cosas y quizás volvamos a cometer errores; pero creo que habrá un antes y un después porque de todo se aprende.
Por ejemplo, el comercio electrónico, en el resto sectores ha sido fundamental para muchas personas y el fresco tendrá que incorporarse con mayor celeridad, estamos teniendo problemas en los distintos supermercados con el retraso en la compra on line, esa agilidad habrá que mejorarla.
Esta crisis nos afectará. Por supuesto tendremos que mejorar muchos servicios que nos hemos dado cuenta que no teníamos optimizados dentro del sector agroalimentario. Existe la tecnología, están las herramientas y los procedimientos para hacerlo, con lo cual yo estoy convencido de que habrá un antes y un después de esta pandemia.
Desde su punto de vista, ¿Qué está siendo imprescindible para la continuidad actividad agrícola ahora mismo? ¿Y en un futuro?
Lo imprescindible, como he dicho antes, está siendo y será el uso de las tecnologías. Imaginemos esta crisis sólo con un teléfono fijo de los años 70. Sería imposible gestionar la comunicación con el cliente, las incidencias, los cambios. Ahora tenemos un contacto continuo con ellos como si fueran parte de nuestra empresa o nosotros de la suya y nos adaptamos continuamente a cualquier cambio que haya que hacer a diario.
Y a la misma vez tenemos el mismo contacto con nuestros socios, los agricultores. Si no tuviéramos la tecnología necesaria para digitalizar nuestras comunicaciones, la información y todos los procesos, de forma rápida y flexible, sería un problema. Esto es lo más imprescindible desde mi punto de vista.
Los invernaderos y los productos están ahí desde hace más de 30 años. Si esta pandemia hubiese sido entonces, ¿cómo se habría resuelto esta situación? Hubiera sido muy complicado, a ciegas.
La tecnología es lo imprescindible, tanto a nivel personal, confinados en nuestras casas, como profesional.
Una empresa líder como CASI ¿qué puede decirle a sus agricultores en estos momentos? ¿Y al consumidor?
Al consumidor, que es del que vivimos todos, porque si no se consumieran frutas y hortalizas, que son los mejores alimentos que se pueden comer en cualquier momento de la vida y más cuando hay una pandemia, queremos transmitir tranquilidad.
Desde Almería y desde CASI se están cultivando las mejores frutas y hortalizas que puede haber en el mercado europeo, con diferencia, porque hay una profesionalidad de muchos años, con una garantía de un producto sano y bueno, que vamos a tenerlo en los lineales, porque nos empeñamos en ello, siempre y cuando nuestros clientes y la distribución quieran. El producto está, y la calidad del mismo también.
A los agricultores, decidles que tenemos que seguir remando, como siempre. La vida en el campo ha sido dura durante toda su historia y lo va a seguir siendo pero hemos demostrado que somos un sector esencial, hemos demostrado que estamos ahí, que es un sector muy importante para la sociedad y que lo que tenemos que hacer es hacer las cosas mucho mejor para que ese reconocimiento se consolide y al final se vea que es necesario e imprescindible que siga existiendo en España, para que Almería continúe siendo la despensa de Europa y para que haya un relevo generacional que permita que en los próximos 75/80 años siga siendo un sector fundamental en la provincia.
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