El pulgón se ha convertido en una de las plagas más importantes en los cultivos bajo plástico. Durante años, esta plaga se ha controlado mediante la aplicación de agroquímicos, pero en la actualidad la progresiva retirada del mercado de las materias activas disponibles dificulta en gran medida llevar a cabo el control químico de pulgón. “La mayoría de los productos compatibles con la fauna auxiliar ya no están disponibles y los que aún se pueden vender son incompatibles con los enemigos naturales. Es necesario que el agricultor cambie ahora de mentalidad y se inicie cuanto antes en el control biológico, que a corto plazo será la única opción de control viable”, asegura Julián Giner, director técnico de Koppert en Almería.
Para llevar a cabo con éxito el control biológico de pulgón en cultivos hortícolas de invernadero hay que tener en cuenta dos factores importantes: realizar sueltas selectivas de parasitoides y usar plantas refugio para tener dentro de la finca una presencia permanente de depredadores del pulgón. Las sueltas de los parasitoides de pulgón deben realizarse desde el inicio del ciclo de cultivo y continuar hasta el final.
Para realizar dichas sueltas, Koppert ofrece con APHISCOUT® una potente herramienta, ya que se trata de un producto que contiene cinco avispas parasitas diferentes (Aphidius colemani, Aphidius ervi, Aphelinus abdominalis, Praon volucre, yEphedrus cerasicola). APHISCOUT® es una solución biológica muy indicada para el control biológico de especies de pulgón de mayor tamaño, como es el caso de Macrosiphum euphorbiae. “Al utilizar APHISCOUT® permitimos que se instalen rápidamente en la planta cinco tipos de enemigos naturales del pulgón. El resultado es que la plaga es protegida por la acción combinada de todos estos parasitoides, que se complementan entre sí perfectamente”, añade Julián Giner. Para pulgones de menor tamaño, Koppert recomienda el uso de APHIPAR®.
La estrategia de control biológico de pulgón en invernadero requiere llevar a cabo prácticas de agricultura de conservación. Por este motivo, las sueltas de avispas parásitas deben complementarse con el uso de plantas refugio, con el objetivo de conservar una población permanente de enemigos naturales. Se pueden utilizar plantas de cereal como maíz o sorgo, aunque Koppert recomienda el uso de plantas aromáticas con flor. “Los depredadores de pulgón se alimentan de polen, por eso necesitamos plantas con flores”, explica Julián Giner. Koppert es pionero en el uso de plantas refugio y ofrece un asesoramiento personalizado. En función de las condiciones de la finca, los asesores técnicos de Koppert determinan el tipo de planta más adecuado, que en gran medida dependerá de su fecha de floración.
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