Almería aún puede ahorrar un 30% más del agua en el riego

Investigadores y técnicos, representantes de Coexphal, Proyecta Ingenio y Wise Agrotecnología, abren la posibilidad de que la agricultura almeriense, que ya se ha situado entre las más eficientes del mundo en consumo de agua en los regadíos, de un paso más en esa política de reducción del consumo del recurso.

Lo aseguraba en un reciente webinar sobre la importancia de la eficiencia en el riego el responsable del Departamento de Técnicas de Producción de Coexphal, Jan van der Blom, señalando que en la agricultura almeriense “fácilmente se podría ahorrar hasta un 30% de agua con respecto a las prácticas de riego actuales y eso se consigue midiendo lo que ocurre en el suelo. Hasta hace poco, las únicas herramientas disponibles para ello eran los tensiómetros tradicionales, por lo que se necesitaba una disciplina diaria de parte del agricultor para ajustar su riego en cada momento. En la actualidad, disponemos de instrumentos digitales que nos pueden informar en tiempo real y a distancia, facilitando ajustes del fertirriego automático”.

Las mejoras
Pero además con esa mejora en la optimización del riego no sólo se consigue un importante ahorro en agua y fertilizantes, las experiencias demuestran que se mejoran mucho las condiciones del cultivo: aumentar la productividad, evitar problemas fisiológicos y limitar daños por patógenos.

Gabriel Camhi, responsable de Wise Agrotecnología, afirma que “en Almería saben regar bien y se utilizan sistemas de riego eficientes, pero partiendo de ese es preciso informar de que el margen de mejora y ahorro aún es muy grande”. Un asunto importante por cuanto actualmente el Tribunal de Cuentas Europeo se está preguntando si es sostenible el uso del agua en la agricultura.

Francisco Guillén, gerente de Proyecta Ingenio, considera esencial la utilización de la certificación de la huella hídrica, bautizado como H3, que no sólo determina esa huella sino que ofrece una metodología destinada a optimizar el riego; información del agua consumida por kilo de producto o, en el caso de grupos de productores, la huella media de todos ellos.

La jornada de análisis tuvo una excelente acogida entre técnicos y agricultores al poner sobre la mesa las claves del futuro para el regadío.