Metagenómica en el manejo del suelo en contexto ecológico

Estudio del material genético obtenido directamente de muestras ambientales

Estudio del material genético obtenido directamente de muestras ambientales.
Estudio del material genético obtenido directamente de muestras ambientales. La Voz
Pablo Poza
07:00 • 13 nov. 2020

Durante mucho tiempo la visión en el ámbito de la nutrición vegetal de Fertinagro Biotech, ha sido más hacia el cultivo, considerando el suelo como un simple soporte. El suelo se consideraba una matriz físico química que contiene materia orgánica. Sin embargo, las últimas revelaciones científicas y de investigación relacionadas con este tema nos indican que el suelo es un recurso natural. El suelo contiene cantidades relevantes de microorganismos interrelacionados entre sí de una forma muy dinámica. Como consecuencia de esto, el suelo se puede definir como un ente vivo que le ocurre todo lo que le puede ocurrir a un ente vivo. Se puede formar, se puede transformar, puede evolucionar y puede incluso morir. Esto permite ser más conscientes de cualquier acción que consideremos para este ecosistema.



Dentro de dicho ecosistema podemos distinguir varias partes. Hay una parte hídrica, una parte fisicoquímica, una parte macrobiológica y una parte microbiológica. La relación que existe entre las cuatro partes es importante. De la parte microbiológica que es la incógnita, es importante saber su relación con las otras partes. Hay microorganismos que fabrican mucopolisacaridos en forma de geles que rodean las raíces y les ayudan a regular su estado hídrico en caso de falta de agua. Hay otros microorganismos que son capaces de solubilizar fósforo y otros que son capaces de participar en la fijación del nitrógeno. A los microrganismos les interesa que la planta crezca más para que sea más capaz de liberarles los exudados que buscan y para ello liberan fitohormonas para estimular su crecimiento. Estos son ejemplos que nos muestran la tipología de las interacciones que hay a nivel del ecosistema suelo. Nos deberíamos preguntar porqué la planta derivan funciones tan importantes a un tercero. La respuesta es una optimización del esfuerzo para obtener una mayor eficiencia, los microorganismos autóctonos de un sitio son más eficientes interaccionando con su propio ecosistema realizando un trabajo más efectivo con menos recursos, esto genera un ahorro  energético para la planta obteniendo mejores beneficios.



Todo este conocimiento de las interacciones que hay en el ecosistema suelo se han podido empezar a entender y descifrar mediante el uso de varias herramientas como la metabólomica que nos permite saber e identificar lo que libera la planta por sus raíces para comunicarse con los microrganismos. El conocimiento de los cambios que pueden ocurrir a nivel de comunicación entre la planta y el suelo nos ayuda a saber cómo tiene que ser nuestra intervención en cada circunstancia. Posteriormente debemos valorar la evolución microbiológica del suelo, caracterizarla, saber sus funciones y evaluar su eficacia después de nuestra intervención mediante el uso de la metagenomica.





A nivel práctico, Fertinagro Biotech ha podido traducir este tipo de estudios e investigación en tecnologías integradas en varios productos muy a la vanguardia. Una de las nuevas tecnologías consiste en una composición fertilizante que incluye determinados iones imprescindibles para el proceso de fijación del nitrógeno, complejados con sustancias húmicas que facilitan que estén rápida y permanentemente accesibles para las bacterias que los necesitan, en particular, microorganismos fijadores de nitrógeno, lo que provoca la absorción del mismo por parte de los cultivos.



La aplicación de esta tecnología permitirá reducir la cantidad total de nitrógeno utilizado como fertilizante sin mermar la capacidad del cultivo para generar cosecha. De esta forma, la aplicación de esta tecnología tendrá un impacto económico, por el incremento de eficiencia de los productos que la contengan y un fuerte impacto ambiental debido a la reducción de las unidades fertilizantes necesarias para nutrir el cultivo, objetivo clave en la nueva estrategia europea "Farm to Fork".



Esta composición fertilizante, no sólo facilita el desarrollo y el crecimiento de las plantas, sino que también constituye un tratamiento para el suelo, más específicamente para los microorganismos presentes en él, reduciendo la necesidad de nutrirlo con fertilizantes nitrogenados.



Gracias a esta tecnología, que se podrá aplicar a soluciones nutricionales tanto para fertirrigación como para granulados y que potencia la explotación de los propios recursos naturales como son las bacterias del suelo fijadoras de nitrógeno, se conseguirá una reducción de la energía no renovable utilizada para convertir el nitrógeno en formas asimilables como amonio, nitritos o nitratos. Todo ello contribuirá a reducir la huella de carbono de la propia actividad agrícola, una reducción de costes para el agricultor y una reducción del coste medioambiental.


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