“Desarrollar un modelo de programación, integrado en sistemas de soporte a la decisión, que determine las estrategias de riego en función del estado hídrico y necesidad de la planta, contribuyendo a optimizar y mejorar la eficiencia del recurso hídrico”.
Este es el objetivo principal del proyecto “Una nueva modernización del regadío valenciano basada en la digitalización y las nuevas tecnologías (Digital Riego)”), coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CSIC-CIDE) y donde también participan investigadores del Grupo de Redes Hidráulicas y Sistemas a Presión (REDHISP) del IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente), AINIA, ASDRON Spain, IVIA (Institut Valencià d’ Investigacions Agràries) y ANECOOP.
El estudio, financiado por la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) y que cuenta con una duración de 36 meses, parte de la realidad de que el impacto del cambio climático amenaza la producción mundial de alimentos al limitar la cantidad y la calidad del agua utilizada en la agricultura de regadío, especialmente en regiones áridas y semiáridas como el Mediterráneo.
La importancia de la agricultura en la Comunitat Valenciana
En la Comunitat Valenciana la producción agraria se localiza en zonas geográficas donde la precipitación anual está en torno a 450 mm, y en muchas zonas del sur de la región no se superan los 350 mm anuales.
Por tanto, una mala gestión de los recursos hídricos, un bien escaso y difícilmente renovable, tiene repercusiones medioambientales y socio-económicas de gran calado.
“Para alcanzar una buena productividad y calidad de los cultivos es fundamental la eficiencia en la gestión y el manejo de los recursos hídricos. Debemos asegurar su disponibilidad para contribuir al futuro desarrollo económico de la agricultura en la Comunitat Valenciana”, destacan los socios participantes en el proyecto.
Concretamente, el ámbito de actuación del proyecto se centra en los principales cultivos de regadío, por extensión, de la Comunitat Valenciana como son los cítricos (149.648 hectáreas), caqui (14.246), vid en regadío (19.591), olivar (17.820), brócoli y sandía (865 ha), que cubren más del 60% de su superficie de regadío.
Objetivos del proyecto Digital Riego
El proyecto buscará diseñar un modelo de programación del riego que determine estrategias eficientes en función de la disponibilidad del agua de cada usuario, es decir, “adaptar la programación a las particularidades de cada parcela”, explican desde el consorcio del proyecto.
El modelo resultante debe aplicarse a distintas estrategias de riego, tanto óptimas como deficitarias, calculando la dosis de riego en función de previsiones meteorológicas a corto plazo, la evaporación del suelo y la transpiración de los cultivos.
“En la actualidad no existen sistemas integrales de ayuda a la toma de decisión sobre riego en parcela que permita ajustar los requisitos de riego en función del estado real del cultivo, la disponibilidad de agua en el suelo, las predicciones climáticas y los objetivos de producción, teniendo en cuenta la homogeneidad de la explotación”, indican los investigadores.
Además, el proyecto dedicará especial interés a evaluar y mejorar el impacto medioambiental que la actividad asociada de los cultivos analizados en el estudio.
“El modelo permitirá calcular la evapotranspiración real del cultivo y realizar un balance que ayude a conocer su huella hídrica, de cara a desarrollar sellos de sostenibilidad”, concluyen desde Digital Riego.
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