En el año 2021, los agricultores holandeses desembolsaron unos 904 millones de euros en ayudas de la PAC, la mayor parte, en forma de pagos directos.
Cada uno de ellos puede reclamar la transferencia de 220 euros por cada hectárea de tierra en barbecho que posean, aunque la tenga arrendada. Por eso ampliar los terrenos se ha convertido en una actividad muy lucrativa para quienes, con picaresca, pretenden sacarse unas rentas a costa de las subvenciones europeas. Eso es lo que ha pasado en los Países Bajos en los últimos años, y puede estar pasando todavía.
Según ha revelado el portal de investigación Follow The Money, las autoridades holandesas descubrieron en el 2017 que decenas de agricultores habían inscrito terrenos ajenos como propios para cobrar más ayudas.
Hasta el momento se han descubierto 231 granjas que habían solicitado más fondos para cultivos en tierras que no les pertenecían.
Fraude extendido
Es solo la punta del iceberg. El fraude, sospechan las autoridades, podría estar mucho más extendido porque es muy difícil llevar el control sobre la reclamación de tierras y muchos propietarios legales ignoran que otros se han hecho con parte de sus parcelas. Además, la fiscalía holandesa ha alegado que la forma en la que funciona el sistema de subsidios dificulta el rastreo y la detección de infracciones.
Para subsanar los problemas, el Gobierno ha pedido a los propietarios de tierras que no estén destinadas a la agricultura que las den de alta en un registro oficial para cruzar los datos y detectar fraudes.
Se da la paradoja de que las autoridades holandesas han sido las que más han abogado por el recorte de fondos europeos en las últimas negociaciones de los Presupuestos Plurianuales 2021-2027.
Fuente: La Voz de Galicia
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