La segunda cita del calendario 2024 de Agroateneo se celebró ayer, en su escenario habitual, Tecnova, que está colaborando de manera decisiva en esta iniciativa de La Voz de Almería, Cadena SER y Agricultura 2000.
Bajo el título ‘La revolución parda’, el debate ha concitado diversas perspectivas de futuro para la agricultura relacionadas con el suelo, tanto para el agro almeriense como para cualquier contexto.
Han intervenido Miguel Ángel Domene, responsable del Área de Alimentación y Salud de la Estación Experimental de Cajamar; Ángel Ruiz, CEO de EcoCulture Biosciences; Joaquín Pozo, director de I+D de Biorizon Biotech; Carolina Martínez Gaitán, responsable de Producción Vegetal y Medio Ambiente de Tecnova y Fernando Castilla, director de Desarrollo de Negocio de Vellsam Materias Bioactivas.
Conclusiones
Miguel Ángel Domene ha asegurado que el suelo ha dejado de ser un sustrato inerte para convertirse en un elemento clave para producir alimentos saludables de forma sostenible. El responsable del Área Alimentación y Salud de la Estación Experimental de Cajamar está convencido de la importancia de cara al futuro del sistema suelo-agua-planta para un manejo eficiente de los cultivos. Un planteamiento en el que considera decisivos elementos como el diagnóstico y la interpretación del suelo. A esta reflexión Domene unió también la necesidad de investigar alternativas, como son la agricultura regenerativa o la utilización de cubiertas vegetales, dos líneas de trabajo que se están desarrollando en Las Palmerillas..
Fernando Castilla
Para Fernando Castilla, la pregunta que cabe formular no es si se puede mejorar la fertilidad del suelo, ya que es algo que debe hacerse. Haciéndose eco de los temas abordados en este Agroateneo, el director de Desarrollo de Negocio de Vellsam, es imprescindible mejorar los suelos con las distintas opciones que se han compartido en el debate, desde la aplicación de materia orgánica hasta las opciones que provienen de la microbiología. A este planteamiento Castilla añade cuestiones como la necesaria evolución a nivel técnico de los criterios de manejo de las explotaciones agrícolas, incorporando nuevas materias primas e, incluso, energías renovables. Está convencido de que mejorar la fertilización redunda en una mayor rentabilidad, con la cual “ganamos todos: el medio ambiente, los agricultores y el mercado.
Carolina Martínez
Carolina Martínez planteó, en sus conclusiones la necesidad de implementar protocolos y metodologías de trabajo que permitan hacer un uso más sostenible del suelo agrícola. Esta consideración lleva asociada, desde su punto de vista, diferentes líneas de trabajo. Una de ellas, que es objeto de proyectos en marcha dentro de Tecnova, se ocupa de la valorización de subproductos para la generación de nuevos insumos agrícolas que puedan mejorar los suelos agrícolas. A esta línea de trabajo, cabe añadir las técnicas de biorremediación de suelo y la puesta a punto de metodologías analíticas que puedan ayudar al sector a tomar decisiones en el manejo de sus suelos. La responsable de Producción Vegetal y Medio Ambiente de Tecnova planea la necesidad de compartir un esfuerzo integral para dar este salto en la agricultura de Almería. Un salto que debe ser compartido por las empresas y las organizaciones, conformando un espacio en el que “se formen los futuros profesionales, que asesoren a pie de campo y también se impliquen en la investigación, la metodología analítica y la evaluación sobre el terreno”.
Ángel Ruiz
Ángel Ruiz quiso dejar claro que existen soluciones técnicas tanto para regenerar suelos que estén ya castigados o deteriorados, como para elaborar nuevos sustratos que permitan cultivar en condiciones comerciales adecuadas. En ese sentido, aseguró que “necesitamos conocer todavía bastante información sobre los contenidos de los suelos, las interacciones y como los elementos que coinciden en el suelo agrícola e van a mejorar el comportamiento de la planta. “Independientemente de la legislación, que puede representar un problema a la hora de llevar a cabo este tipo de investigaciones, está claro es que la tendencia pasa por seguir avanzando en el desarrollo de nuevas soluciones, en la identificación de nuevos microorganismos y de nuevos medios regenerativos”, apunto el CEO de EcoCulture, para concluir que las dificultades con el marco normativo será un obstáculo que “superaremos con creces y que no impedirá que sigamos avanzando”.
Joaquín Pozo
Joaquín Pozo quiso ahondar en la reflexión sobre la posibilidad o no de regenerar suelos. Por supuesto, dejando claro que las prácticas actuales de la agricultura están esquilmando los suelos.
A partir de ahí, Pozo argumentó su convencimiento de que “ tenemos herramientas y soluciones biológicas que pueden contribuir a la regeneración y a la mejora de los suelos, en términos de fertilidad. Pero, subrayó la importancia de que este proceso de cambio de la metodología y de las prácticas “se desarrolle en contacto directo con los agricultores, de forma que ellos constaten que es posible realizar una nueva práctica agrícola utilizando herramientas biológicas y que, además, estos nuevos conceptos les permitan seguir trabajando en términos adecuados de rentabilidad adecuada”.
Sobre la legislación, Pozo defendió la conveniencia de mejorar el acceso a los registros oficiales de este tipo de productos y, a la vez, favorecer que el cambio de prácticas hacia las soluciones sostenibles en la agricultura se materialicen siempre concediendo el soporte necesario al agricultor, “ya sea en cuanto a la seguridad económica y la legislativa.
Temáticas
Este Agroateneo, que se prolongó durante algo más de una hora, pasó revista a cuestiones puntuales como la percepción en Almería de las nuevas ideas relacionadas con el suelo, así como una revisión de las interesantes líneas de investigación que se están desarrollando sobre esta temática por parte de empresas y entidades.
El futuro del suelo precisa formación
Una idea compartida por la práctica generalidad de los participantes en este debate es la necesidad de incorporar formación sobre los nuevos conceptos relacionados con e suelo, considerado como un elemento activo esencial para una agricultura más sostenible y rentable. En ese sentido, se dejó entrever una cierta distancia entre el cuerpo de conocimiento agronómico actual y el trabajo de las empresas y entidades que aportan nuevas estrategias de gestión del suelo agrícola. Unidas a esta reflexión, cabría citar también algunas consideraciones surgidas en el debate sobre la capacidad de las propuestas para mejorar el suelo permitan al agricultor cumplir actualmente las normativas ambientales, objeto de las protestas del sector agrario europeo.
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