Las frutas y hortalizas son el sector más importante de la agricultura andaluza en facturación y en generación de empleo. Almería es en los mismos términos la primera provincia de Andalucía. “Sin embargo, si observamos los datos que la Consejería de Agricultura declara sobre importe de ayudas agrarias pagadas en 2013, podemos comprobar que el orden de las provincias perceptoras de fondos es el que sigue: Sevilla 501 millones de euros; Jaén 471 millones de euros; Córdoba 365 millones de euros; Granada 213 millones de euros; Cádiz 176 millones de euros; Málaga 112 millones de euros; Huelva 96,9 millones de euros y Almería 96,4 millones de euros”, indican desde Coexphal.
Estos fondos públicos destinados a la agricultura provienen de la aplicación de la Política Agraria Común en Andalucía. Las reglas de reparto se acuerdan sucesivamente en Bruselas, Madrid y Sevilla. Cada una de estas instancias incorpora normas de asignación en función de criterios que a la postre favorecen o perjudican a unos u otros agricultores. A grandes rasgos el dinero se reparte en tres cuartas partes (1.643 millones) en ayudas a las producciones o el llamado Primer Pilar de la PAC (Política Agraria Común) y una cuarta parte (392 millones) ayudas a las estructuras de producción o Segundo Pilar. En esas tres cuartas partes ya no podemos hacer nada porque está “todo el pescado vendido”.
Hace unos meses que el Gobierno de España a través del anterior ministro de Agricultura, D. Miguel Arias Cañete, decidió excluir de las ayudas a las Frutas y Hortalizas que fueron defendidas “con pocas ganas” por un Gobierno Andaluz que prefirió insistir en otras producciones y sobre todo en el Olivar.
Ahora empieza la batalla por la otra cuarta parte restante y quien tiene la decisión esta vez es la Consejería de Agricultura de Doña Elena Víboras. Necesitamos que esta consejera que proviene de Jaén ejerza de lo que realmente debe ser, o sea Consejera del Gobierno de Andalucía. Si así lo hace deberá intentar reducir el enorme desequilibrio en el reparto provincial del dinero público. Además estará realizando una política de apoyo a la inversión productiva en el sector más inversor y productivo y a las provincias más inversoras y productivas de Andalucía
Cada euro de ayuda al Olivar retorna 3,5 euros del mercado mientras que cada euro de ayuda a las Frutas y Hortalizas retorna 91 euros desde el mercado, o sea que cada euro de ayuda al olivar genera un 4% del valor de mercado del que podría generar ese euro destinado a la venta de frutas y hortalizas.
Cada millón de euros de ayuda al Olivar genera 254 puestos de trabajo, mientras que un millón de euros de ayuda a las Frutas y Hortalizas crea 2.560 empleos, o sea que un euro destinado a frutas y hortalizas genera 10 veces más empleos que ese mismo euro destinado al olivar.
Además de ello hay que tener en cuenta algo que apenas se da a conocer, y es que tal y como se reparten, las ayudas europeas destinadas al llamado Pago Único (1.423 millones de euros) las reciben en gran medida agricultores a tiempo parcial, jubilados o rentistas. Sin embargo, los productores de Frutas y Hortalizas son en su práctica totalidad agricultores a título principal que cada campaña "se juegan el cuello" asumiendo financiaciones para afrontar su actividad o ampliar su negocio
“El Gobierno Central ya decidió por los rentistas en contra de los profesionales, tradicionalmente el Gobierno andaluz ha hecho lo mismo. Doña Elena Víboras y Doña Susana Díaz tienen la oportunidad de optar por el desarrollo y el crecimiento, por la inversión y la generación de empleo, por el uso de los fondos públicos como elemento multiplicador y dinamizador de la economía. Si optan por mantener privilegios y por el apoyo a los rentistas Andalucía seguirá por el mismo camino de siempre y así nos irá”, señalan desde Coexphal.
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