El melón almeriense volverá este año a ver incrementad su producción hasta un 15%, según estimaciones de la delegación de Agricultura, tras varias campañas en declive. La fuerte competencia de Marruecos y Murcia principalmente ha hecho que los productores almerienses sean recelosos con esta fruta complementaria de la campaña agrícola intensiva, en beneficio de la sandía.
Durante la pasada campaña, el campo almeriense recolectó 134.000 toneladas a una media de 0,38 euros el kilo en origen y en la actual se espera que sobrepase las 155.000 en todas su variedades.
La media de producción de la última década es de 166.000 toneladas. Una de las claves de que el melón no haya repuntado como la sandía es la ausencia de una mayor campaña de marca.
El glamour de la sandía
Según José Antonio Aliaga, el melón no ha tenido la inversión de hasta 500.000 euros que tiene la sandía, con marcas como Fashion o Bouquet, que han calado en los mercado, los virus, como el del calabacín, también han levantado recelo ante la siembra de melón”. La clave, para que el melón entré con mayor fuerza en el consumo doméstico es que prosperen los estudios de las casas de semillas para obtener un melón sin pepitas.
La recolección comenzará a finales de abril y principios de mayo hasta finales de junio, apenas un mes en el que los agricultores de este fruto se la juegan ante otros competidores.
El melón y la sandía son cultivos complementarios en la campaña hortofrutícola almeriense. Muchos agricultores han apostado este año por el melón tardío al retirar con anticipación los cultivos de pepino por los bajos precios. Los principales tipos cultivados en la provincia son Galia, Cantaloup, piel de sapo y amarillo.
Las exportaciones de melón almeriense repuntaron un 11% la última campaña, hasta 66.000 toneladas, después de varias temporadas en franco retroceso.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/agricultura2000/noticia/8/agricultura/79938/el-melon-aumentara-un-15-su-produccion-a-la-espera-de-una-variedad-sin-pepitas