CASI remodela todos sus centros de venta tras abrir durante el verano

Crea una división de ecológico en San Isidro, el manipulado en Aeropuerto y la subasta en Partidores

La subasta de CASI ha estado activa todo el verano.
La subasta de CASI ha estado activa todo el verano.
Manuel León
10:14 • 12 sept. 2015

CASI, la mayor cooperativa agrícola almeriense especializada en tomate, celebra hoy asamblea con el oxígeno de unos precios en origen al alza que rondan los 2 euros en algunas variedades de asurcado. La mayor comercializadora de tomate de Europa ha mantenido, por primera vez en sus 70 años de historia, abierta su sala de subasta de Los Partidores durante todo el verano, tres días a la semana, en una experiencia que   ha resultado positiva para sus socios.




La cooperativa que preside Miguel Vargas ha reordenado para esta campaña sus instalaciones con el objetivo de dar un mejor servicio a sus agricultores y a sus clientes. Hace unos días, el Ayuntamiento aprobó darle autorización para realizar obras en la nave principal de Los Partidores para modernizar sus naves.




La sede principal va a quedar, por tanto, a partir de esta campaña, consagrada a la subasta de tomate, un producto del que es el mayor proveedor y comercializador europeo con 230 millones de kilos de tomate y una facturación cercana a los 180 millones de euros.




Esta campaña la cooperativa debuta también en ecológico, modalidad a la que va a dedicar la nave de San Isidro, con algo más de 40 hectáreas sembradas y  previsión de 70 para el próximo año.




Automatización
CASI Aeropuerto concentrará todo el manipulado para venta directa de hortalizas en sus instalaciones. Para ello, están a punto de finalizar las obras que comunican el sótano con la planta principal y la ampliación de la cámara frigorífica.




Para reforzar la actividad de comercialización, se trasladará la maquinaria de manipulado de Los Partidores y  se prevé más adelante incorporar nueva maquinaria automatizada de refuerzo. CASI adquirió la nave del aeropuerto, denominada CASI Aeropuerto a Agrupalmería.




Al mismo tiempo la cooperativa de La Cañada de San Urbano ha frenado el proyecto para construir un nuevo almacén de envases en una finca de su propiedad ubicada en la Carretera del Mamí. La compañía hortofrutícola inició su tramitación en el consistorio de la capital y cuenta con la aprobación inicial de las obras, pero por ahora no se van a acometer.




CASI Aeropuerto tiene 16.945 metros cuadrados de planta baja, 18.654 m2 de semisótano, 1.600 m2 de oficinas, 267 m2 dedicados a la sala de ventas y 566 m2 del altillo, y unos terrenos anexos de 7.000 metros cuadrados.


Por ahora, no hay intención de acometer el macroproyecto presentado hace unos años en los terrenos de El Maltés, cera de la Cuesta Colorá.


El principal valor de CASI son sus socios, auténticos especialistas en el tomate, cuyo cultivo han aprendido de generación en generación. Su experiencia y las condiciones de la tierra y agua garantizan un tomate de gran sabor. La Cooperativa,  ha recibido el premio “Agricultura y Pesca” por la apuesta por la calidad de sus tomates.


La Cooperativa Agrícola San Isidro (CASI) fue creada en el año 1944 y reúne a productores y comercializadores de tomate, sandía y melón de la zona de La Cañada y el Levante almeriense, con 1.500 socios, más otros 400 socios colaboradores. La cooperativa exporta a más de 20 países, cuenta con más de un millar de empleados y 2.000 hectáreas en producción.


Príncipe de Bretaña
Hace unos meses abrió unas instalaciones en Holanda para poder atender mejor a los clientes de esa zona y mantiene contactos comerciales de colaboración con empresas como Príncipe de Bretaña, una de las mayores cooperativas agrícolas francesas.


La CASI celebró en mayo sus primeros 70 años de vida con un canto a la tradición y a la evolución de los nuevos tiempos.


Varios centenares de socios se dieron cita en el Auditorio Maestro Padilla para conmemorar este hito impulsado por un grupo de hortelanos de patatas, coliflores y maíz que vivían en cortijos de La Cañada, Los Llanos y El Alquián y que vendían en un puesto en el sótano del Mercado Central.



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