La vida entre invernaderos y chabolas

Caminata entre San Isidro y Pueblo Blanco, lugares de invernaderos, chabolas y esperanza

G. N. Yacuzzi 20:02 • 29 sept. 2024

A escasos minutos de las mejores playas de la provincia. A menos de media hora de la capital. A tan solo una salida de la autovía de distancia de hoteles, un campo de golf y un festival de música. Ahí, en mitad de los Campos de Níjar, Almería tiene más de 40 asentamientos chabolistas en los que sobreviven miles de personas a pesar de las condiciones que les rodean. Sin agua corriente ni potable asegurada, con acceso restringido a la electricidad, entre plásticos y con historias humanas realmente duras tras recorrer miles de kilómetros para llegar a Europa. Así vive una importante parte de la población de Níjar, para la que no obstante hay esperanza.


Lo demuestra Caminos de Hospitalidad, la marcha organizada por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) para recorrer la distancia que separa las viviendas de alquiler social que gestionan en San Isidro de Casa Arrupe, el recurso habitacional y de acogida que los jesuitas acaban de inaugurar en Puebloblanco. En esta caminata solidaria de algo más de 5 kilómetros se pudieron conocer varias realidades del campo almeriense: la de la riqueza bajo plástico; la de la vida en chabolas; la de las largas distancias recorridas para poder ir a trabajar; la de personas como Buba, que ahora vive con los jesuitas tras estar 4 años viviendo en distintos poblados chabolistas; o la de Seriba, que ha mejorado sus condiciones de vida gracias a las nuevas casas de San Isidro, mientras sigue mejorando su español; además de la realidad de entidades como el SJM o las Mercedarias de la Caridad, que trabajan a pie de campo para luchar contra una de las peores manchas de nuestra sociedad. Estas son las mejores imágenes de la marcha solidaria organizada por los jesuitas. 

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