“Es muy difícil que vendiendo solo tapas un negocio pueda mantenerse”

Es un secreto a voces: la tapa de Almería parece estar atravesando un pequeño bache en lo que al bolsillo se refiere. Lo que antes era 'gratis' como acompañamiento de la bebida, ahora suele llevar un suplemento (cuando no es obligado pedir platos y raciones con las que llenar la mesa). Y los hosteleros razonan esta mala racha partiendo, eso sí, de una premisa: "No se está perdiendo la tapa".

Estas palabras son de Pedro Sánchez-Fortún, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL) y propietario de la Bodega Las Botas, en declaraciones al programa radiofónico cofrade El Guardabrisas.

Preguntado por el momento que vive la cultura de la tapa, Sánchez-Fortún explica que vivimos "un momento muy complicado para la hostelería y para muchos gremios más". En concreto, quien fuera vicepresidente de ASHAL hasta el fallecimiento del anterior presidente, Diego García, detalla en la entrevista que el "incremento de los costes de producción, de la materia prima, la luz, el gas" han influido.

Así, el actual presidente de ASHAL sentencia que "no estamos dejando la tapa", pero sí que sucede algo respecto a la buena salud de este tradicional acompañamiento de los bares almerienses: "Es muy complicado reservar una mesa para que llegues y te tomes dos rondas de tapas", pone como ejemplo Sánchez-Fortún.

"Más que nada porque la inmovilidad de esa mesa no compensa el coste de personal, de materias primas...", desmenuza el presidente de ASHAL. "No estamos dejando las tapas", reiteraba Sánchez-Fortún, "sales por el centro y por toda Almería y sigues consumiendo tapas, pero sí es verdad que tenemos que cambiar un poco ese concepto de la tapa en Almería, porque es muy difícil que vendiendo solo tapas un negocio pueda mantenerse", sentenciaba el presidente de la asociación provincial de los hosteleros almerienses.