Padres de Retamar piden más plazas de Infantil para evitar desplazamientos

Padres del Colegio Torremar de Retamar piden más plazas para alumnos de Educación Infantil en el centro, después de que las cuatro aulas de 25 alumnos estén completas y hayan quedado niños sin poder escolarizarse. 

Este ha sido el caso de una niña de tres años que, debido a un error de sus padres al no solicitar la reserva de la plaza en el plazo fijado, no ha podido ser matriculada en el centro donde se encuentra su hermano de cinco años y en el barrio donde viven sus padres desde hace muchos años. La pequeña ha obtenido plaza en el colegio San Bernardo de El Alquián, donde deben llevarla a diario, mientras que su hermano mayor sigue en Retamar.

 Los padres asumen el error, pero entienden que el interés del menor, en este caso su hija, debería ser tenido en cuenta para aumentar las plazas, algo que consideran que podría hacerse legalmente. 

Trastornos

“Ella no entiende que tenga que ir sola a El Alquián mientras su hermano está aquí, y se está viendo afectada”, dicen los padres, que además deben asumir los trastornos diarios que supone para ellos, con su trabajo, el  desplazamiento a El Alquián, con lo cual también exponen motivos de conciliación con su vida laboral. Además, los progenitores de la pequeña tampoco consideran justo que mientras ellos no han recibido plaza, haya niños escolarizados en Torremar que no viven habitualmente en el barrio, sino en la comarca de Níjar, pero que se han empadronado en casas de familiares o cuentan con una casa de verano en la zona. 

Este traslado de niños desde Níjar a Retamar y otras zonas de Almería ocurre desde hace años, debido fundamentalmente al elevado número de menores extranjeros que viven en su zona de residencia habitual. Según los padres afectados, esto es lo que hace que los cupos se hayan completado y que no queden plazas para niños, como es el caso, que sí viven en el barrio.

“Creo que en estas situaciones tendrían que ayudar un poco más y ser la Junta la que investigue a las personas que están pidiendo una plaza y su residencia no es ésta”, se lamenta la madre de la menor afectada. “Estamos desesperados, porque no sólo sería este año e incluso puede que ya no tengamos opción al siguiente año, a no ser que alguien se diera de baja .. puesto que ya estarían las plazas cubiertas injustamente”, añade.

Cumplir las normas

Hasta el momento, las demandas de los padres no han sido atendidas por la Consejería de Educación de la Junta. La Delegación provincial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional ha manifestado a este periódico que tiene la obligación de cumplir estrictamente la normativa y el sistema de listas de espera fijado.

Aunque este caso es conocido por los máximos responsables de la Delegación, que comprenden la situación de los padres, entienden que la Administración no puede saltarse los protocolos establecidos debido a un fallo de los propios progenitores al solicitar la reserva fuera de plazo.

“Nuestro objetivo es velar por el cumplimiento de las normas, y en este momento la menor está en una lista de espera de obligado cumplimiento”, insisten fuentes de la Delegación territorial.

Por todo ello, los padres entienden que la única solución viable podría ser el aumento de las plazas, aunque de momento no ha sido decidido por la Administración.