La Junta de Andalucía ya le ha enviado la instrucción pertinente a todos sus centros educativos con respecto a las limitaciones que la administración autonómica ha decidido imponer para el uso del móvil dentro de los centros de enseñanza.
Esta instrucción invita, en primer lugar, a todos y cada uno de los centros a “contemplar actuaciones de prevención del ciberacoso o posibles situaciones de abuso a través de medio tecnológicos a través de su plan de convivencia”.
Dentro de la norma que a partir de ahora rige en la región, lo primero que se contempla es “limitar el uso de teléfonos móviles durante la jornada escolar” dentro de la que incluyen claramente “el horario lectivo, tiempo de recreo y los períodos dedicados al desarrollo de las actividades complementarias y extraescolares”.
Eso sí, hay una salvedad, cuando el móvil se vaya a utilizar “con fines exclusivamente didácticos y criterios pedagógicos debidamente justificados” y que, además, “esté expresamente previsto en el proyecto educativo del centro”.
Esto se establece como carácter general mientras que “se excluye el uso de estos dispositivos al alumnado que lo requiera atendiendo a sus circunstancias personales” que tienen que ser “debidamente acreditadas ante la dirección del centro”.
Estas limitaciones tienen que incluirse ahora en los reglamentos de organización y de funcionamiento de los centros docentes.
Pero sin lugar a dudas, lo que más destaca de esta instrucción dictada por Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, es el establecer que el equipo directivo del centro pueda requisar el móvil en caso de que no se cumpla con la limitación.
Así, en el artículo tercero de la instrucción, se explica que “la retirada del dispositivo se deberá efectuar en las dependencias administrativas del centro o en alguna otra de cualquier miembro del equipo directivo en presencia de, al menos, dos miembros del mismo y solicitando al alumnado que proceda a apagar el teléfono móvil”. Explica que ese dispositivo debe ser “depositado en el despacho de la dirección del centro” que será la encargada de la custodia hasta que se devuelva “a los representantes legales del alumnado afectado”.
En cuanto a las correcciones que se le pueden hacer a los estudiantes al incumplir la norma, se deja abierto pero sí que deben tener “un enfoque educativo y recuperador y deberán garantizar el respeto a los derechos del resto del alumnado”.
Lo cierto es que esto supone un incremento de trabajo para el profesorado que se encuentre ‘de guardia’ ya que serán los que tengan que “extremar la vigilancia durante los cambios de clase y los recreos”.
Preparación
Más allá de establecer los parámetros para esta limitación, lo cierto es que la Junta de Andalucía también muestra un compromiso en el texto de esta instrucción que implicaría que “en el segundo y tercer trimestre” de este curso escolar 2023/2024, se realizarán “jornadas dirigidas a las familias sobre uso seguro y responsable de internet, dispositivos móviles y redes sociales de sus hijos e hijas”, así como programas específicos de formación dirigidos “a los docentes andaluces y equipos directivos sobre la educación en seguridad y privacidad digital”.
Se establece que sea “la Inspección Educativa” la que tenga que velar por “el cumplimiento de las presentes instrucciones y asesorará e informará en relación con las mismas a los distintos sectores de la comunidad educativa”.
Y es que, a partir de ahora, los móviles tendrán que quedarse guardados en las mochilas hasta que concluya todo el horario lectivo. Habrá que esperar para ver si el resultado es el esperado.
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