La Ruta de los Fantasmas de Rioja: un plan perfecto para hacerlo con niños

Muy cerca de la capital, en el municipio de Rioja, las familias encuentran uno de los atractivos con los que cuenta la comarca del Bajo Andarax, la denominada Ruta de los Fantasmas. Un plan perfecto para los pequeños de la casa que aúna el patrimonio natural, el deporte y el turismo.

En un recorrido fácil, familias enteras descubren, especialmente los fines de semana y en periodos vacacionales, singulares formaciones geológicas que llaman su atención.

Manuela Mañas, conocedora y divulgadora de esta ruta, explica que a lo largo del recorrido se van a ver unas formas geológicas muy sorprendentes por el tipo de erosión. "Nos encontramos con un relieve que parecen caras de fantasmas y las denominadas chimeneas de hadas. Parece hechas, pero son naturales", afirma.

Se trata de una ruta que presenta dos trayectos diferentes: uno largo de 10 kilómetros y otro corto de tan solo 4. El recorrido del primero parte de la Plaza de la Constitución y discurre por Cañadas de Vela, la Rambla Los Arcos (punto de salida del trazado corto),  el Barranco del Lobo y el Barranco de La Palma.

Estas curiosas formaciones geológicas se empiezan a ver en la Rambla de Los Arcos, encontrándose lo que se denomina "el circo de los fantasmas", también presente en el Barranco de Los Lobos. En el Barranco de La Palma aparecen las chimeneas de hadas y las llamadas "lágrimas de arena". Es en este punto donde se les dice a los niños en rutas escolares organizadas que "la tierra llora porque no la tratamos bien", comenta Manola Mañas.

Por qué han aparecido
Hace millones de años esta zona se encontraba cubierta por el mar. En los taludes se depositaron materiales blandos (arena y arcilla). Estos quedaron expuestos a los procesos erosivos (viento, escorrentía de los barrancos, lluvia, granizo, calor…) Fruto de la erosión del terreno y la degradación de estos materiales se han creado estas curiosas formaciones que se asemejan a caras de fantasmas, seres fantásticos y lo que cada visitante quiera imaginar.

A partir de 2015 esta ruta de los fantasmas de este pequeño pueblo almeriense se empieza a poner en valor, aunque actualmente sigue sin estar señalizada, a pesar de ser un atractivo de la comarca del Bajo Andarax, especialmente los fin de semana. 

"Es un recurso natural que, de forma indirecta, deja riqueza en el municipio y  en sus bares, restaurantes y tiendas. Además, es una forma más de conocer este pueblo del área metropolitana", afirma esta divulgadora de este singular sendero.