Como una huella dactilar impresa sobre una pieza de cristal, nítida e inequívoca, el ADN configura una carné de identidad único. Imborrable. Siempre en la mochila del perfil genético de una persona. Más allá del paso del tiempo.
F. J. C. U., español de 34 años de edad, vecino de la localidad de Vícar, bien puede atestiguar el peso del ADN en la identificación de un ciudadano. Una investigación de la Policía Nacional de Almería le imputa una violación cometida hace tres años en una playa entre Retamar y Torregarcía gracias, precisamente, a los rastros de ADN recogidos de las muestras extraídas de la ropa de la víctima.
El presunto violador fue arrestado el pasado 25 de enero por agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Almería. Está acusado de una agresión sexual cometida el 24 de enero de 2013 y permanece actualmente internado en el centro penitenciario El Acebuche por orden del titular del Juzgado de Instrucción número Dos de Almería.
La mujer, de 42 años de edad, pasado unos días de vacaciones en su residencia de Retamar cuando fue asaltada en una playa en dirección a Torregarcía. “En una zona no urbanizada pegada a la playa, cuando un individuo muy alto se dirigió hacia ella, la agarró por los brazos y la empujo hasta unos arbustos, donde la agredió sexualmente”, señala un portavoz de la Comisaría de Almería.
Se inició entonces una investigación sobre la violación centrada en la identificación del varón. No se conocían y no habían intercambiado palabras. La atacó, la apartó de la playa y la agredió sexualmente. Sólo unos pocos datos sobre sus características físicas podían orientar la investigación.
Policía Científica
Sin embargo, los expertos de la Policía Científica realizaron un minucioso trabajo de extracción de muestras en la ropa de la víctima, suficiente para recomponer un perfil biológico del agresor. Los agentes elevaron los resultados (suelen tardar varios meses) a una base de datos con acceso de las fuerzas de seguridad. Y la coordinación dio sus resultados.
La Guardia Civil arrestó a F. J. C. U. el pasado verano acusado de su presunta participación en un robo con fuerza en las cosas y obtuvo también muestras de ADN. Fue el último eslabón de una investigación nada sencilla. El perfil hizo saltar la alarma.
La Policía Nacional de Almería identificó al sospechoso y le arrestó acusado de una presunta agresión sexual. F. J. C. U. de 34 años de edad fue detenido y quedó custodiado en los calabozos de la Comisaría de Almería, antes de pasar a disposición judicial e ingresar en prisión provisional en El Acebuche. Allí permanece a la espera de su futuro juicio.
Perseguida por la playa
La tarde noche del 24 de enero de 2013, la víctima salió de su vivienda en la barriada de Retamar en dirección a la playa de Torregarcía. Vestía ropa deportiva y caminaba sola. Durante su ruta observó la presencia inquietante de un varón de mediana edad, alto y corpulento. Primero aceleró el paso para dejarlo atrás y, a continuación, comenzó a correr alarmada.
El sujeto consiguió alcanzarla y arrastrarla violentamente (presentaba diversas contusiones) hasta una zona de arbustos cercana a la playa, donde perpetró la agresión sexual. Luego huyó en un característico vehículo de color blanco. La mujer regresó herida hasta su vivienda y alertó a la Policía Nacional, que inició una investigación sobre el terreno. Las primeras gestiones fueron claves para la resolución del caso, gracias a las muestras que sirvieron para configurar el perfil de ADN del agresor, principal prueba de cargo. Las muestras se añadieron a la base de datos de las fuerzas de seguridad a la espera de otra prueba, otro rastro biológico donde cotejarlo.
Ese elemento se consiguió gracias a la intervención de la Guardia Civil. El pasado mes de julio los agentes arrestaron a F. J. C. U. como presunto autor de un delito de robo con fuerza (ya fue imputado anteriormente por un hurto).
Las muestras obtenidas en esta detención se elevaron a los laboratorios de criminalística y se compararon con los casos sin resolver. Así se consiguió la identidad del presunto agresor sexual.La Policía Nacional recibió el aviso y procedió a localizar a F. J. C. U., detenido sin oposición. Durante las investigación, la Policía Judicial halló su vehículo, presuntamente el mismo utilizado hace tres años para huir de aquella playa entre Retamar y Torregarcía donde dejó a la víctima. Ahora el acusado duerme en la cárcel.
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