La cultura almeriense, con el titiritero Alfonso Lázaro, encarcelado en Madrid

El escritor almeriense Raúl Quinto ha promovido desde la red social Facebook un manifiesto de solidaridad con los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García, encarcelados desde el pasado sábado tras la representación de una polémica obra con marionetas en las fiestas de carnaval en el barrio madrileño de Tetuán.

El primero de ellos es de Almería y ha recibido muestras de apoyo desde su provincia natal.

El manifiesto está publicado en apoyoatiteres.blogspot.com

Junto a Raúl Quinto firman el manifiesto gentes de la cultura como el librero Javier Ruiz; José Moreno, artista visual; Joaquín Ruano, profesor de Lengua y Cultura Hispánicas de la Universidad de Zúrich; Nerea Aguilar, director del Festival de Danza Costa Contemporánea; Manuel Sánchez, profesor de Matemáticas; Enrique Martínez-Salanova, antropólogo y pedagogo; Lola Zapata, licenciada en Filosofía; Pepe Criado, escritor-editor; María Lago, archivera; Antonio Carbonell, escritor y editor; Jorge Carrión, escritor; Begoña Callejón, escritora; Gabriel Cabello, profesor de la UGR; José María Ortega, administrativo; Fran Peñate ‘El Canario’, músico; Juan Manuel Gil, escritor; Carmen María Asunción Sola, enseñante; Juan Francisco Fernández Martínez, profesor de Secundaria; Juan José Ceba, maestro y poeta; José María Garrido, bioquímico; Sensi Falán, cantautora; Toño Jerez, poeta, ...

En dos folios, el manifiesto desgrana cuatro argumentos a favor de la puesta en libertad y de la obra representada por ‘Títeres desde abajo’, bajo el título ‘La bruja y Don Cristóbal’.

“Entendemos que se ha creado un precedente muy peligroso y tememos una escalada regresiva, lo ocurrido es justo lo contrario de lo que se debe esperar de una democracia. Solicitamos la puesta en libertad de los artistas encarcelados a los cuales mostramos nuestra solidaridad como ciudadanos y creadores. Mañana podemos ser cualquiera de nosotros”, se indica a modo de sentencia en el escrito.

El manifiesto alude, asimismo, a la polémica pancarta que se mostraba en un momento de la representación teatral y que supone, para la Audiencia Nacional, enaltecimiento del terrorismo.

“La pancarta con el juego de palabras GORA ALKA-ETA formaba parte de una ficción donde uno de los personajes de la obra (el policía) la usaba para incriminar a otro. Dicha pancarta es sólo un elemento narrativo en una ficción que pretende denunciar o criticar la fabricación de pruebas falsas. El teatro y el cine parten de un pacto de reconocimiento de la ficción. Los personajes no son sus intérpretes. Por lo que denunciarlos por enaltecimiento del terrorismo es un exceso y un abuso peligroso de poder por parte de la Fiscalía y de la Audiencia Nacional”, apuntan.

De otro lado, señalan que si hay que señalar a alguien por lo ocurrido deben fijarse las miradas en el Ayuntamiento de Madrid, cuya alcaldesa ha sido objeto de críticas políticas. “Si la obra no era apta para niños, como así advertía la compañía, el error es de programación”.