Lo que el temporal se volvió a llevar

Como cada los temporales de viento y de oleaje vuelven a azotar las costas almerienses y dejan estampas familiares en espacios que se habían ganado para ilusión de los vecinos.

Tal es el caso de la playa del barrio de Costacabana.  Tras años de reclamaciones, la espera a que se realizara un estudio de las mareas, la construcción de cinco espigones y la regeneración de la zona con aportes de arena, ha llegado el temporal y ha arrastrado tras de sí parte de la arena llegando incluso a sacar a la luz algunas rocas, y se ha llevado consigo la ilusión por llegar al verano con una playa renovada.

Cierto es que gracias a la regeneración realizada el litoral de Costacabana mantiene aún parte de la arena, pero los vecinos están preocupados ante el avance de las olas ya que hay tramos en los que la arena está a un metro escaso de las duchas y temen que si no amaina el viento, finalmente y como antes de la regeneración, el mar se termine tragando la parte de abajo de las duchas.

Zonas
No todo el litoral del barrio se ha deteriorado de la misma manera. La entrada por la zona de El Charco, la más cercana a la desembocadura de la rambla, es la que se encuentra en peor estado con un escalón importante en la arena demostrando que el resto se lo ha tragado el mar.

Conforme se avanza a lo largo del paseo marítimo, lo cierto es que la situación de la playa es mejor. 

Los vecinos del barrio se muestran muy preocupados por lo que está ocurriendo ya que, tras la inversión de 2,4 millones de euros en la regeneración de la playa, no comprenden que ahora con un temporal no excesivamente importante, el agua haya acabado con todo el trabajo.

Lo que no se sabe es que pasará de cara al verano si tras los temporales la playa vuelve a quedarse sin arena, y eso es lo que más preocupa a unos vecinos que casi no han tenido tiempo de estrenarla en época estival.

Cabe recordar que  gran parte de la regeneración fue la construcción de cinco espigones - con una longitud que va entre los 125 y 135 metros, tres de ellos rectos, un espigón en Y, a fin de no afectar al aliviadero de pluviales existente, y un último espigón curvo en la zona de la desembocadura de la rambla .

Los espigones tienen un ancho en coronación de 6 metros. La arena aportada así como la escollera permitieron generar una superficie de playa de 42.000 metros cuadrados en su creación.