Diez euros más. Éste es el incremento que la Junta pretende aplicar en el precio de las plazas públicas de guardería, una subida que llevan años reclamando las distintas patronales del sector y que sustituiría a las ayudas de mil euros por aula que la Consejería de Educación concede a las escuelas desde que se anuló la paga de agosto, el único mes que cierran. Otra novedad para el próximo curso afecta a la baremación a la hora de conseguir plazas en un centro del primer ciclo de Educación Infantil, pues -como ocurre en los colegios- contar con un hermano en él es el criterio que más puntos otorgará.
Desde 2009 el coste de una plaza pública o de convenio en las escuelas infantiles quedó establecido en 278,88 euros (con comedor incluido). Los titulares de estos centros llevan años quejándose de que este precio no se adapte a la subida del IPC. Entienden que con la crisis no se hubiera incrementado, pero una vez superados los años más duros de la debacle económica, piden que se encarezca para que el margen de beneficios sea mayor para un negocio que, con los retrasos de la Junta en el abono de las mensualidades, sufre constantes asfixias financieras.
La Consejería de Educación adelantó ayer en la Mesa de Infantil -según recoge Europa Press- que para el próximo curso baraja un aumento de 10 euros en el precio de la plaza pública de guardería, que pasará a costar 288,88 euros. Este anuncio, aunque en principio contenta al sector, también siembra de dudas a los dueños de las escuelas, pues el mismo día en que se daba a conocer el nuevo precio trascendió que el encarecimiento viene a suplir la ayuda de 1.000 euros por aula que recibe cada negocio.
La Junta también cambiará la baremación para que, en caso de que la demanda supere a la oferta en alguna escuela infantil, los solicitantes que ya cuenten con hermanos en ella tengan prioridad a la hora de ocupar una plaza. Será, por tanto, el mismo criterio que se aplica en la escolarización en los colegios.
Otra de las medidas estudiadas en el sesión de ayer fue la redacción de una normativa que regule el funcionamiento de las ludotecas, que han entrado en competencia "desleal" con las guarderías, con precios más bajos y sin cumplir la legislación vigente. Los titulares de las escuelas infantiles exigen que atiendan a los niños en horarios no lectivos.
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