Al parecer España tiene uno de los mejores sistemas de salud pública del mundo. Sin embargo, éste no siempre funciona como se supone que debería de funcionar, y entonces pasa de ser un elemento presumible a sujeto de denuncias por parte de los pacientes.
El 23 de diciembre Felipe Múgica Pedrejón se encontraba pasando unos días visitando a su familia en Santander donde sufrió un accidente que acabó en la rotura total del cuádriceps de su pierna izquierda. En un primer momento fue atendido por los transeúntes que transitaban cerca del lugar donde había ocurrido todo, para más tarde ser trasladado de urgencia al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
Allí, tras cuatro horas de espera y una evaluación médica que solo confirmó la gravedad de la lesión, el personal hospitalario le entregó a Felipe Múgica un informe de alta que estipulaba la necesidad de una intervención quirúrgica urgente dentro de las siguientes 48 horas, como indica el protocolo médico para estos casos. "Este tipo de lesiones deben ser atendidas dentro de la mayor brevedad posible, ya que si se empiezan a curar por si solas, a posterior, pueden dejar secuelas que afecten la calidad de vida", explica Múgica.
No obstante, habiendo asimilado que debía pasar por quirófano, el paciente se llevó una gran sorpresa que le dejó consternado: "se me negó el ingreso hospitalario y la operación necesaria bajo el argumento de que, según una normativa inexistente, debía ser operado en la comunidad autónoma donde resido, es decir, en Andalucía", cuenta Felipe.
La decisión tomada por los sanitarios cántabros, al parecer carente de sustento legal, puso en riesgo la salud del paciente al priorizar cuestiones administrativas sobre la atención médica inmediata que requería Felipe Múgica.
El gran periplo
Ante la falta de alternativas ofrecidas por el hospital, el afectado se vio obligado a trasladarse hasta su domicilio en Almería, donde reside desde hace 12 años, en un taxi adaptado ya que tampoco se le facilitó una ambulancia adecuada para el viaje de casi 1.000 kilómetros.
Una vez en Almería, tras un viaje en unas condiciones que solo empeoraron su estado y sopesar la escasez de posibilidades de un ingreso inmediato en un hospital público debido a la saturación en fechas navideñas, Felipe Múgica decidió acudir a la sanidad privada. "Fui atendido en el Hospital HLA Mediterráneo, donde también me operaron el 25 de diciembre. La intervención fue realizada con éxito por el doctor Ruiz Molina, quien demostró una humanidad y profesionalidad que lamentablemente no encontré en el sistema público", narra el afectado.
"Me pregunto cómo es posible que en un país con un sistema sanitario que presume de ser universal y solidario se permita una actuación tan negligente, que antepone criterios burocráticos a la salud y bienestar de los pacientes. ¿Qué habría ocurrido si no hubiera tenido los medios para costearme un traslado en taxi adaptado o una intervención en la sanidad privada? ¿Cuántas personas se ven diariamente desamparadas por un sistema que debería protegerlas?", se pregunta el paciente que recorrió 1.000 kilómetros para ser operado.
De este modo, Felipe Múgica quiere hacer un llamamiento a las autoridades sanitarias para que revisen este tipo de procedimientos y garanticen que ninguna persona vuelva a enfrentarse a una situación tan injusta: "en un país donde se presume de la cohesión territorial, es inaceptable que un ciudadano sea tratado de manera desigual por encontrarse fuera de su comunidad autónoma de residencia. Las vidas no entienden de fronteras administrativas", sobre todo en fechas navideñas, cuando la solidaridad y la bondad deban prevalecer, no solo en palabras, sino en acciones concretas.
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